jueves, 14 de julio de 2016

De la necesidad de repensarnos.

"Las marchas conocidas con el nombre de Reclama la Noche, que se desarrollaron en la segunda mitad de la década de 1970, con frecuencia recorrían zonas negras pidiendo mayor seguridad para las mujeres, a menudo con eslóganes que exigían mayor presencia policial (...). A pesar de las protestas de las mujeres negras, las manifestaciones de Reclama la Noche siguieron, y todavía siguen con frecuencia, llevando esos eslóganes que exigen mayor presencia policial. No sólo es un acto racista manifestarse en zonas negras exigiendo calles más seguras para las mujeres -¿para qué mujeres?-, sino que además, por decirlo suavemente, no conozco muchas mujeres negras que crean que la protección policial sea una forma de conseguir ese objetivo. El racismo actúa de forma que sitúa a las distintas mujeres en diferentes relaciones con las estructuras de poder y autoridad en la sociedad.

El problema con el concepto de género es que está enraizado en la base material y aparentemente simple y "real" de la diferencia biológica entre mujeres y varones. Pero lo que se construye sobre esa base no es una feminidad en relación con una masculinidad, sino varias. No es sólo que haya diferencias entre los distintos grupos de mujeres, sino que esas diferencias son a menudo escenario de un conflicto de intereses".

Kum-Kum Bhavnani y Margaret Coulson: "Transformar el feminismo socialista. El reto del racismo".

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