lunes, 30 de noviembre de 2015

Sobre la soberanía sexual.

"El contexto histórico en el que el blues desarrolló una tradición en la que se trataba abiertamente tanto la sexualidad femenina como la masculina muestra una estructura ideológica específicamente afroamericana. Surgido durante las décadas posteriores a la abolición de la esclavitud, el blues dio expresión musical a las nuevas realidades sociales y sexuales con las que se encontraron los afroamericanos, en tanto mujeres y hombres libres. El antiguo estatus económico de los esclavos no había experimentado ninguna transformación radical (no eran más pobres de lo que lo habían sido durante la esclavitud). Fue el estatus de sus relaciones personale lo que se revolucionó. Por primera vez en la historia de la presencia africana en Norteamérica, miles de mujeres y hombres negros tenían la posibilidad de tomar decisiones acerca de sus relaciones sexuales. La sexualidad fue en ese periodo uno de los campos más tangibles en los que la emancipación se puso en práctica y a través de los que se expresó su significado. La soberanía en los asuntos sexuales marcó así una importante división entre la vida durante la esclavitud y la vida tras la emancipación".

Angela Davis: "I used to be your sweet mama. Ideología, sexualidad y domesticidad".

martes, 24 de noviembre de 2015

Que la conciencia religiosa puede desempeñar un papel transformador.

"Durante la esclavitud, el universo sagrado lo abarcaba prácticamente todo. Los cantos espirituales ayudaban a consturir comunidad entre los escalvos e infundían a esta comunidad imaginada la esperanza de una vida mejor. Se volvían a relatar las historias del Antiguo Testamento sobre la lucha del pueblo hebrero contra la opresión del Faraón y, de ese modo, se establecía una narrativa común con el pueblo africano esclavizado en Norteamérica, que trascendía el sistema esclavista y animaba a su abolición. Bajo las condiciones de esclavitud de EEUU, lo sagrado (y especialmente la música religiosa) era un medio importante de preservar la memoria cultural africana. A pesar de la afirmación de Karl Marx de que la religión es el "opio del pueblo", los cantos espirituales atestiguan que la conciencia religiosa puede, por sí misma, desempeñar un papel transformador. Como Sojourner Truth y otros abolicionistas demostraron (tales como los líderes insurreccionalistas Nat Turner, Denmark Vesey y la líder del Underground Railroad, Harriet Tubman) la religión era mucho más que el "sol ilusorio" de Marx. Los cantos espirituales contenían y daban expresión a un potente anhelo de libertad. De hecho, la religión era, como también decía Marx, el espíritu de una época privada de espíritu".

Angela Davis: "I used to be your sweet mama. Ideología, sexualidad y domesticidad".


lunes, 23 de noviembre de 2015

Contra la apropiación de la Historia.

"La apropiación de la historia por parte de los feminismos de las mujeres blancas ha despojado de su propia historia a los otros feminismos. Apropiándose de la memoria histórica se apropian también de la definición de la opresión así como del diseño de las estrategias políticas transformadoras. Anulando las historias particulares inventan una sola historia, la que ha protagonizado el movimiento feminsita blanco desde el periodo ilustrado. Y desde esa historia, se legitiman como el movimiento feminista por excelencia".

Mercedes Jabardo: Feminismos negros. Una antología.

"Las mujeres blancas que se dedican a publicar ensayos y libros sobre cómo "desaprender el racismo" continúan teniendo una actitud paternalista y condescendiente cuando se relacionan con mujeres negras (...). Nos convierten en el "objeto" de su discurso privilegiado sobre la raza. Como "objetos" continuamos siendo diferentes, inferiores".

bell hooks: "Mujeres negras. Dar forma a la teoría feminista".

sábado, 21 de noviembre de 2015

Es imposible pensar en un sistema de género, si no es atravesado por raza y clase.

"En La Invención de las Mujeres, Oyéronké Oyewùmi se pregunta si "patriarcado" es una categoría transcultural válida. Propone que el género no era un principio organizador de la sociedad Yoruba antes de la colonización Occidental. La glosa usual de las categorías Yoruba "obinrin" y "okunrin" como "hembra/mujer" y "macho/hombre", respectivamente, es una traducción errónea. En la cultura yoruba, estas catogorías no se oponen en forma binaria ni están relacionadas por medio de una jerarquía.

(...) Uno de los primeros logros del Estado colonial fue la creación de "mujer" como categoría. (...) A un nivel, la transformación del poder del Estado en poder masculino se logró excluyendo a las mujeres de las estructuras estatales. Esto se mantuvo en un profundo contraste con la organización del Estado Yoruba, en la cual el poder no estaba determinado por el género. (...) Remplazar esta pluralidad espiritual ginecrática con un ser supremo masculino, como lo hizo el cristianismo, fue crucial para someter a las tribus. El colonizador blanco construyó una fuerza interna en las tribus cooptando a los hombres colonizados a ocupar roles patriarcales.

(...) A diferencia de las feministas blancas que no se han enfocado en cuestiones de colonialismo, estos teóricos sí ven la construcción diferencial del género en términos raciales. (...) Es imposible pensar en un sistema de género, si no es atravesado por raza y clase".

María Lugones: "Feminismo decolonial".

jueves, 19 de noviembre de 2015

Que les escupía como signo de grandeza.

"Así como en el imperio de los Incas se conoció la división de clases (por un lado, el sector privilegiado constituido por la familia real, los grandes guerreros, los sacerdotes y sabios; y, por el otro, la inmensa mayoría indígena que sostenía la vida económica de la comunidad), se conoció también la poligamia dentro de un sistema estrictamente patriarcal, en el cual la hermana y esposa legítima del Inca gozaba de más privilegios que la distinguían de las concubinas. Por ejemplo, cuando la esposa principal viajaba, ésta era llevada en andas o hamacas conforme al estatus de su esposo, mientras que las concubinas iban a pie, llevando la comida y la bebida para sus señores y toda la comitiva a su servicio. Durante las horas de comida, las concubinas servían al Inca y a su "koya" (esposa principal), a quien le hablaban de rodillas, sin mirarle el rostro, y al retirarse de ella, como de su esposo, caminaban hacia atrás. Era tanta la discriminación contra las concubinas y tan respetado el "origen divino" del Inca y de su esposa principal que, entre sus obligaciones rituales, estas concubinas recogían los cabellos que perdiese su señor o que le habían recortado, y asimismo las uñas cortadas, y luego se lo tragaban. Cuando el monarca quería salivar, lo hacía en las palmas abiertas de las manos de una de sus concubinas, quien luego lo tragaba. Incluso era deber de las concubinas recoger sobre sus ropas los cabellos de su esposo y tragarlos. El conquistador Juan Ruiz de Arce recuerda que cuando le preguntaron a Atawallpa sobre estas costumbres, respondió que su costumbre de escupir sobre las manos la tenía como signo de grandeza, y que hacía comer sus cabellos por temor a los encantamientos que le pudiesen hacer con ellos".

 Víctor Montoya: "La mujer en América, antes y después de la conquista".

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Tu racismo no cabe en nuestro feminismo (II).

"En Nashville (Tennessee), vive un hombre blanco, Pat Hanifan, que violó a una jovencita afroamericana a la que arruinó la vida a causa del daño físico que la infrigió. Estuvo en la cárcel seis meses, fue puesto en libertad y ahora trabaja como detective en esa ciudad. En la misma ciudad, el pasado mayo, un hombre blanco violó a una chica afroamericana en una farmacia. Lo arrestaron y fue puesto en libertad bajo fianza. Corrió el rumor de que quinientos afroamericanos se habían organizado para lincharlo. Doscientos cincuenta ciudadanos blancos se armaron con Winchesters y lo protegieron. Se colocó un cañón frente a su casa y se reclamó la presencia de los "Rifles de Buchanan" (la milicia estatal) para protegerlo. La turba afroamericana no se materializó. Tan sólo dos semanas antes, Eph. Grizzard, que tan sólo había sido encausado por la violación de una mujer blanca, fue sacado de la cárcel, ante el gobernador de Buchanan, la policía y la milicia, arrastrado por las calles a plena luz del día, le fueron clavando cuchillos a cada paso y le hicieron toda la clase de crueldades que se le puede ocurrir a una turba airada; finalmente, se le ahorcó en el puente con las manos destrozadas porque intentó agarrarse a los pilares. ¡Un ejemplo claro y cruento de la sed de sangre de la civilización deciminónica de la Atenas del Sur! No se requirió la presencia de militar o cañón alguno. Se atrevió a visitar a una mujer blanca".

Ida B. Wells: Horrores sureños: la ley Lynch en todas sus fases.

viernes, 13 de noviembre de 2015

La Movida estaba subvencionada.

"En el Estado español, ya a la altura de 1978, la referencia underground era la Movida madrileña. Esta, aunque desde luego estuviera influenciada por el punk inglés, comparte más rasgos estilísticos superficiales con aquel que contextos culturales y políticos. El ambiente de "libertad" que tanto ha celebrado la Movida madrileña, de superación del oscurantismo franquista, casa mal con la insurgencia punk, que, aunque se exprese de muchas maneras diferentes, no deja de mostrar su disgusto y disconformidad con la realidad social y política. Desde este punto de vista, no es difícil entender por qué la Movida recibió tantos apoyos institucionales, de una alcaldía de Madrid recién estrenada por el PSOE, y más tarde del Gobierno, deseosos de marcar diferencias visibles con el régimen anterior. De hecho, la opinión de muchos de los protagonistas del rock radical vasco sobre la Movida madrileña es unánime: "Estaba subvencionada". En el fondo, la Movida madrileña, con las excepciones que haga falta, como movimiento cultural tiende a caer en el ámbito de ese pacto cultural al que llamaremos Cultura de la Transición".

Roberto Herreros e Isidro López: El estado de las cosas de Kortatu. Lucha, fiesta y guerra sucia.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Que nadie se avergüence de ir a un juicio y dar testimonio.

"No está bien. Ahora es el momento de hacer una firme demanda por el derecho de las mujeres. Que hermoso será cuando podamos ver a mujeres sentadas como abogadas y juezas. Vemos a pobres mujeres que vienen a ser juzgadas por hombres. Si vamos a ser juzgadas por hombres, ¿por qué no podemos formar parte del asunto y juzgarles a ellos también? Cuando una pobre mujer está frente al juez, a veces el hombre que la mira desde arriba tiene la nariz roja como un cigarro encendido. Ninguna mujer se atreve a hablar en su defensa. Le hacen ciertas preguntas para divertirse y ninguna mujer dice nada. Los hombres no tienen toda la autoridad. Yo quiero a mujeres en su lugar. Ellas sabrían qué preguntar y qué decir, cosa que los hombres no saben, porque yo he estado de pie, escuchando, y he visto a las pobres mujeres marcharse y a los hombres reírse: "Je, je, je".

Ahora, yo quiero que las mujeres se sienten en ese lugar y escuchen -no esos pedantes farragosos. Me refiero a esos abogados, jueces y jurados. Si es indecente que las mujeres estén allí, entonces tampoco es decente para los hombres. Nadie debería estar en un sitio que no fuera lo suficientemente decente para las mujeres. Éste es el problema con algunos hombres. Son tan mezquinos que no quieren que las mujeres lo sepan. Hagamos que nadie se avergüence de ir a un juicio y dar testimonio. Nadie será intimidado. Sabemos que si es una hermana la que está sentada en el lugar del juez, no hará ninguna pregunta que sea impropia".

Sojouner Truth: Discursos, canciones y propósitos, 1851.

martes, 10 de noviembre de 2015

El blues femenino como lenguaje.

"Las cantantes negras de blues se resistían a reflejar en sus letras trayectorias femeninas marcadas por la resignación y la impotencia. Al contrario, sus letras estaban plagadas de referencias a la independencia femenina, al control sobre sus deseos, al ejercicio libre de su propia sexualidad. No eran sólo sus letras. Sus trayectorias vitales estaban salpicadas por estos escenarios construidos al margen de la moral dominante. Escenarios que se convertían a la postre en referentes para las mujeres pobres o de clase obrera a las que el discurso hegemónico colocaba en el papel de víctimas o en el estereotipo de jezzabel, mujeres dominadas por su apetito sexual y víctimas de sus excesos. Porque era así como se traducía desde la moral dominante la recientemente adquirida (y practicada) libertad sexual de las mujeres negras. (...) Lo que desde la sociedad hegemónica se leía como exceso, en el blues se traducía en capacidad de agencia. Las mujeres negras no estaban dominadas por su apetito sexual, elegían de una forma libre practicar su sexualidad al margen del imaginario del amor romántico ligado al matrimonio que imponía la sociedad blanca. El blues femenino funcionaba, en este sentido, como lenguaje de resistencia, capaz de articular en un discurso común los intereses colectivos de un grupo subyugado".

Mercedes Jabardo: Feminismos negros. Una antología.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Tu racismo no cabe en nuestro feminismo.

"Partiendo de los relatos de los linchamientos escritos en periódicos de blancos, [Isa Wells] analizó las fuentes secundarias del Chicago Tribune e hizo trabajo de campo justo después de los linchamientos. Elaboró y publicó estadísticas demoledoras. Así mostró que entre 1880 y 1891 en torno a 100 negros fueron linchados. En el año 1892, año en el que mataron a sus amigos, otros 160 hombres fueron linchados, la mayoría por asesinato (58) y por violación (46). Denunció que los linchamientos se utilizaban para frenar el posible ascenso social de la población negra en el Sur. Señalando las lógicas desde las que se denunciaba como violación cualquier contacto (a veces meramente verbal) entre un hombre negro y una mujer blanca, Wells introdujo uno de los temas que sería central en el feminismo negro: la forma en la que la intersección entre "raza" y género construye de forma desigual la sexualidad de la población blanca y de la población negra. Lo hizo subrayando los mecanismos a través de los cuales se demonizaban las relaciones raciales entre hombres negros y mujeres blancas -usando el término de violación para cualquier tipo de contacto o acercamiento entre unos y otras- y la forma en la que se naturalzia cualquier forma de agresión sexual (violación) de hombres blancos a mujeres negras".

Mercedes Jabardo: Feminismos negros. Una antología.

martes, 3 de noviembre de 2015

La historia de un levantamiento popular cerrado en falso.

Sólo desde hace algunos, pocos, años se ha empezado a recuperar la historia del periodo posterior y del inmediatamente anterior a la muerte de Franco como la historia de un levantamiento popular cerrado (en falso, pero cerrado) con los pactos del 78. Como todos los falsos cierres de una situación potencialmente revolucionaria, en la España de finales de los setenta se produjo una operación de integración de algunos grupos sociales y de exclusión de otros. Una parte de lo que habían sido las luchas antifranquistas, en concreto las luchas estudiantiles en los distintos campus universitarios, en realidad formada por aquellos que estaban llamados a componer una nueva clase media profesional, lideró simbólicamente el proceso de transición y, de paso, se situó en las posiciones "ganadoras" del proceso. Es decir, aquellas que en el medio plazo aseguraban una posición cultural hegemónica y una posición económica de cierto desahogo. Esta capa social es la que se ha visto reflejada en esa peculiar descripción, mitad costumbrista mitad política, que es "lo progre", diminutivo gazmoño de "progresista", que designa una actitud liberal, complaciente con el futuro, de "izquierdas", pero sin estridencias, y, sobre todo, confiada en su superioridad moral. Su correspondencia con los gustos culturales de la clase media ha bailado siempre al son de la gran esperanza de modernización del país que, abandonada toda ínfula revolucionaria o de radicalización democrática, pasa, obvio, por Europa. Una aspiración que apenas escondía la asunción acrítica del nuevo régimen de economía política.

Roberto Herreros e Isidro López: El estado de las cosas de Kortatu. Lucha, fiesta y guerra sucia. Referencia a Emmanuel Rodríguez: Hipótesis Democracia.