martes, 22 de diciembre de 2015

De los límites de la sororidad (II).

"Mary, te pido que seas consciente de cómo este proceder fomenta las fuerzas destructivas del racismo y la segregación entre mujeres; pues parte del supuesto de que la historia y los mitos de las mujeres blancas son los únicos a los que deben acudir todas las mujeres en busca de poder y puntos de referencia, en tanto que las mujeres no blancas y nuestras historias quedan convertidas en motivos decorativos o en ejemplos de la victimización de las mujeres. Te pido que seas consciente de los efectos que tal desdén tiene en la comunidad de las mujeres negras y demás mujeres de color, y de cómo resta valor a tus propias palabras. Ese desdén no es en esencia diferente de la sistemática degradación a la que se somete a las mujeres negras para convertirlas en objeto, pogamos por caso, de los asesinatos que ahora mismo están perpretándose en tu ciudad. Cuando el patriarcado nos desprecia, promueve nuestro asesinato. Cuando la teoría feminista lesbiana y radical nos desprecia, promueve su propia extinción.

El desdén se alza como un tremendo obstáculo para nuestra comunicación. Obstáculo que hace mucho más fácil daros la espalda que tratar de comprender el pensamiento que avala vuestra forma de proceder. ¿Será el siguiente paso la guerra declarada entre nosotras o la segregación? Ciertamente, la asimilación a una historia de mujeres exclusivamente europeo-occidental no es aceptable".

Audre Lourde: "An open letter to Mary Daly".

lunes, 21 de diciembre de 2015

Por nuestro propio bien.

"En la segunda mitad del siglo [XIX] torpes experimentos con el interior femenino dieron lugar a la más decisiva técnica de cirugía, relacionada cada vez más con el control de los trastornos femeninos de la personalidad (...). La última clitoridectomía conocida en EEUU fue realizada en 1948 a una niña de cinco años, como cura contra la masturbación.

La forma más común de intervención quirúrgica en la personalidad femenina era la ovariotomía o extracción de los ovarios ("castración femenina"). En 1906, un destacado cirujano ginecológico estimó que en EEUU había 150.000 mujeres que habían perdido sus ovarios a cuchillo. Algunos doctores presumían dehaber extraído de 1.500 a 2.000 ovarios cada uno (...). No debe pensarse que las mujeres pobres fueron apartadas del exótico catálogo de torturas de los ginecólogos, al no tener dinero. Un trabajo pionero en la cirugía ginecológica fue el de Marion Sims en esclavas negras, que éste mantenía con el único propósito de experimentar quirúrgicamente. A una de ellas la operó treinta veces en cuatro años".

Barbara Erenreich y Dierdre English: Por tu propio bien. 150 años de consejos expertos a mujeres.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Y el combate será difícil.

"Éste es un momento particular donde todo un ciclo histórico se acaba y comienza una nueva época. Para continuar el combate político hay que hacer un balance del siglo, aquel de los avances revolucionarios, pero también de las terribles derrotas. Hay que "transmitir" a las nuevas generaciones y, para ello no repetir, no copiar, sino repensar, revisitar la historia, reactualizar el programa. (...) Pero antes, hay que retomar el hilo de la continuidad histórica del movimiento obrero, de sus referencias, de sus revoluciones, de sus grandes debates y polémicas.

No empezamos de cero. Hay una historia, de experiencias, de combates políticos que han forjado las generaciones militantes del movimiento obrero. (...) Para abordar la "nueva época" hay que saber de dónde partimos, desde dónde hablamos, con qué bagaje teórico, programático, político.

(...) Frente a la profundidad de una crisis sitémica, los revolucionarios deben no solamente organizar la resistencia social y política frente a los ataques de las clases dominantes, no solamente deben ser el ala dinámica de la unidad en la acción contra las políticas de austeridad, sino que también deben promover apuestas sobre las medidas claves de un gobierno que rechaza la austeridad y comienza un proceso de ruptura con el capitalismo. (...) Hace falta que este programa se fusione con la experiencia viva de los levantamientos revolucionarios. Y el combate será difícil.

(...) No se trata solamente de construir nuevos partidos, sino también de reorganizar los sindicatos y las asociaciones, de impulsar nuevos movimientos, expresión de las nuevas cuestiones tales como la ecología, de contribuir a la articulación entre movimiento obrero, campesino e indígena en los países de Latinoamérica, y movimiento obrero e inmigrante en los centros imperialistas. (...) La crisis mundial confirma el proyecto de construir una nueva fuerza política que responda a los desafíos de este nuevo período histórico. No se puede tratar de volver a los criterios de las organizaciones de la extrema izquierda revolucionaria de los años 60 y 70. 

(...) Hay que crear las condiciones para formaciones anticapitalistas de masas que permitan la reorganización del movimiento obrero y de los movimientos sociales sobre nuevos ejes. Poner el acento sobre las perspectivas anticapitalistas que reagrupan, continuar la discusión sobre una serie de cuestiones que no serán resueltas más que por nuevas experiencias revolucionarias, pero construir sobre una base sólida. He aquí el desafío para los años que vienen".

François Sabado: "Introducción", en Daniel Bensaïd: Trotskismos.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Que feminismo y democracia nacieron de un mismo parto.

"Sabemos que feminismo y democracia nacieron de un mismo parto y ahora que la democracia se encuentra en una situación difícil, en algunos ámbitos por la intransigencia y en otros por la indiferencia, la posición de las mujeres es el test definitivo de la demoracia. Por ello el feminismo tiene que dejar la actitud de supremacía cultural de occidente, precisamente porque occidente hace un uso despótico y a su medida de ciertos postulados colonialistas y opresores, la tarea va a contrapelo de curso del mundo y nosotras como indígenas lo sentimos a flor de piel. Las mujeres tenemos algo común por encima de las diferencias: ellos, los masculinos, saben siempre que han de pactar y cómo pactar, nosotras deberíamos educarnos en la cultura del pacto y ejercitarlo".

Rosalía Paiva: "Feminismo paritario indígena andino". 

jueves, 17 de diciembre de 2015

Bandera de todos los excluidos del mundo.

"Aquel 12 de octubre de 1992 sigue muy presente en la memoria. Las multitudinarias manifestaciones de todo el continente anunciaron un nuevo ciclo de luchas indias, particularmente en Chiapas, donde se preparaba una rebelión que marcó indeleblemente el inicio del siglo XXI.

Ese día en San Cristóbal de las Casas, vestidos con taparrabos, pintados sus cuerpos y armados con arcos y flechas, unos diez mil indígenas tomaron la ciudad real y derribaron la estatua del conquistador Diego de Mazariegos, símbolo de opresión en la región.

Fue la primera aparición pública de los indios que en 1994 tomaron las armas como "medida última, pero justa". En su Primera Declaración de la Selva Lacandona, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional justificó su alzamiento apelando a la resistencia indígena como señal de identidad: "Somos producto de 500 años de luchas", dijeron entonces los indios rebeldes.

La rebelión indígena chiapaneca, como otros movimientos del continente, representan el rechazo organizado contra el fatal destino que los condenó a desaparecer. (...) Así como Cristóbal Colón nunca se enteró de que llegó a un nuevo continente, las élites globalizadas ignoran que sus sociedades han cambiado para siempre y que la demanda de los pueblos indios en favor de su inclusión en el presente y futuro de sus naciones, es también hoy bandera de todos los excluidos del mundo".

Jesús Ramírez Cuevas: "El día de la resistencia indígena".

lunes, 14 de diciembre de 2015

Nuestro feminismo comunitario es feminismo revolucionario.

"Los distintos feminismos han ido nombrando al patriarcado como el sistema de las opresiones de los hombres sobre las mujeres. Nosotras decimos aún más: el patriarcado es el sistema de todas las opresiones, violencias, discriminaciones, que viven no sólo las personas, sino toda la humanidad y la naturaleza. Todo ello construído sobre el cuerpo de las mujeres. (...) El colonialismo es patriarcal. El patriarcado necesitó del colonialismo y del neoliberalismo para seguirse reciclando. (...) Nosotras reconceptualizamos el feminismo. No somos alumnas de un feminismo occidental. Aquí, antes de 1492 también había un patriarcado. Nosotras nos inscribimos en las ancestrales luchas de las mujeres ante un patriarcado que nos oprimía y nos oprime.

(...) El feminismo occidental nace de una matriz individual de las mujeres, de sus derechos, de su ciudadanía, ante la afirmación individual de los varones a partir de la Revolución Francesa (ciudadanía, derecho a votar, etc.). Nosotras queremos afirmar nuestro "ser mujeres" desde la comunidad. (...) Nuestro Feminismo Comunitario es Feminismo Revolucionario".

Julieta Paredes: "Feminismo Comunitario".

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Que el reconocimiento formal de derechos no es suficiente.

"Se sugiere a veces que no es pertinente introducir aspectos materiales cuando se aborda el problema de la igualdad y del universal. Sin embargo, el feminismo, desde sus orígenes, ha mostrado que esta crítica es no sólo pertinente sino necesaria. En efecto, una vez proclamada la igualdad universal, las mujeres tuvieron que "arrancarle" sus derechos (y poco a poco) al poder patriarcal ilustrado que se los negaba. Para ello, mostraron que su exclusión era sistemática y respondía a la materialidad ineludible de sus cuerpos, definidos como "de mujer" al nacer. De manera paralela, grupos específicos de mujeres (y de varones) étnicamente marcados tienen todavía que arrancar su igualdad si no al universal formal, sí al menos a los poderes racistas, enmascaarados en los discursos igualitaristas que proclaman el universal. En esos casos, no se trata de negar la igualdad o la universalidad (o desconocerlas) sino, por el contrario, se trata de instrumentar estrategias teóricas y prácticas efectivas para dar cuenta de la exclusión.

El reconocimiento formal de derechos -como sabemos- no es suficiente, pero constituye un punto de partida que sienta las bases para superar la inconmensurabilidad de las diferencias (...). Aunque, como la exclusión de las mujeres en general sólo está siendo paliada relativamente, debemos estar alerta ante la crisis actual de las sociedades occidentales. El enmascaramiento en términos de derechos étnico-culturales y religiosos de los patriarcados fundamentalistas no debe pasarnos inadvertido. No sea que esta crisis mundial se "resuelva" (como históricamente ha sucedido tantas veces) en un sexismo operacional (no coherente), que restituya la estabilidad perdida, en términos de refuerzo del patriarcado, donde las mujeres y sus derechos -cuyo lugar siempre ha sido precario y en vías constantes de redefinición y de legitimación- quedarían severamente afectados".

María Luisa Femenías: "Esbozo de un feminismo latinoamericano".

martes, 8 de diciembre de 2015

Qué humanidad queremos ser y en qué mundo queremos vivir.

"No hay nada inevitable en la historia... todo depende de la lucha y la voluntad de sus actores. Pero, sin adentrarnos a fondo en la historia de los oprimidos, las gentes que queremos un mundo mejor difícilmente podremos entender el lugar que ocupamos en la historia de la lucha de clases, nuestras tareas o las características de nuestra época. Es más, no tomaremos consciencia de nuestra responsabilidad, no podremos combatir los límites de nuestro tiempo ni los obstáculos que impone la vida cotidiana para intervenir conscientemente en él y, más importante todavía, no llegaremos a perfilar un proyecto alternativo de sociedad. La lucha por otro mundo y la defensa de un proyecto social emancipador no sólo hunde sus raíces en la lucha real de los oprimidos que impugna en la práctica el desorden establecido, sino que supone una reflexión sobre la historia, sobre la cultura, sobre la dignidad humana, sobre las relaciones entre individuo y sociedad, entre las clases y entre los géneros y entre la especie humana y el medio ambiente. En definitiva, no se puede luchar por el socialismo y soportar duraderamente la tensión militante entre la realidad y el deseo sin astibar qué humanidad queremos ser y en qué mundo queremos vivir".

Andreu Coll: "Introducción", Las razones de octubre. la revolución soviética y el siglo XX.

lunes, 7 de diciembre de 2015

La guerra de las mujeres.

"En noviembre de 1929, miles de mujeres igbo se reunieron en los centros de "administración nativa". Corearon, bailaron, entonaron canciones de burla, y demandaron las placas identificativas de los llamados Jefes de Garantía, los igbo elegidos de cada pueblo por los británicos como miembros de las Cortes Nativas. En algunos lugares las mujeres irrumpieron en las prisiones y liberaron a los detenidos.

Dieciséis Cortes Nativas fueron atacadas y la mayoría de ellas fueron destrozadas o quemadas. El "área de los disturbios" cubrió unos 9.650 km2 y contó con la participación de unos dos millones de personas. No se sabe cuántas mujeres estuvieron involucradas, pero la cifra estimada era de decenas de miles. En dos ocasiones, Agentes de Distrito británicos llamaron a la policía y a las tropas, quienes dispararon contra las mujeres y dejaron un total de más de cincuenta muertas y cincuenta contusionadas. Ninguna persona de la otra parte fue gravemente herida".

Judith Van Allen: "Aba Riots or Igbo women's war?" Ideology, stratification and invisibility of women".

jueves, 3 de diciembre de 2015

De los límites de la sororidad.

"La fuerza que permite a las autoras blancas no hacer referencia a la identidad racial en sus libros sobre "mujeres", y que son en realidad libros sobre mujeres blancas, es la misma que obligaría a cualquier autora que escribiera exclusivamente sobre mujeres negras a hacer explícita su identidad racial. Esa fuerza es el racismo. Es la raza dominante la que puede hacer parecer su experiencia como la representativa".

bell hooks: Ain't I a woman.

"Las mujeres blancas del WLM son extraordinariamente reacias a verse a sí mismas como opresoras, al pensar que esto pondría en segundo plano su opresión. Consecuentemente, se oculta la implicación de las mujeres británicas en el imperialismo y en el colonialismo y se ignoran, asimismo, los beneficios que obtuvieron éstas (como blancas) de la opresión sobre las mujeres negras. Las formas del imperialismo son identificadas simplemente como aspectos de un patriarcado omnipotente, más que como un conjunto de relaciones sociales en las que las mujeres blancas sostienen posiciones de poder en virtud de su raza".

Hazel V. Carby: "Mujeres blancas, ¡escuchad! El feminismo negro y los límites de la hermandad femenina".

miércoles, 2 de diciembre de 2015

En defensa de la fiesta.

"En este rechazo va implícito también una negación de la gravedad y la solemnidad como registros necesarios de la rebelión política. La fiesta, lo lúdico, va a ser también reivindicado como una dimensión de pleno derecho de la cultura antagonista siguiendo esa transición de lo político en la música como "algo que se dice" a lo político en la música como "algo que se hace". Un gesto que tiene especial importancia en un contexto en el que la represión, la tortura y el asesinato de militantes era moneda corriente. Esta defensa de la fiesta y de la celebración, muy relacionada con el libertarismo contracultural que rechazaba la satisfacción aplazada y el disfrute diferido, "ya disfrutaremos cuando ganemos la revolución", se va a recoger en Euskadi mediante la incorporación, mediada por Inglaterra, de la herencia jamaicana que, como buena música afrodescendiente, ve la fiesta como una ocasión ritualizada para la construcción de comunidades".

Roberto Herreros e Isidro López: El estado de las cosas de Kortatu. Lucha, fiesta y guerra sucia.

martes, 1 de diciembre de 2015

De la unidad de la causa como excusa (II).

"Una de cada tres mujeres indígenas ha sido violada.

En algunos casos los responsables son funcionarios estatales o autoridades militares que buscaron socavar la determinación de las comunidades indígenas en las disputas militarizadas sobre tierras y recursos (...). En otros, esto se debe a que las mujeres y las niñas indígenas que desempeñan trabajos domésticos en casas particulares se encuentran expuestas a ser abusadas por sus empleadores.

Otro gran problema (...) es la trata de mujeres y niñas indígenas. (...) Al verse obligadas a dejar sus tierras y emigrar a zonas urbanas, se ven altamente vulnerables a múltiples abusos como la explotación y la violencia sexual. Lo mismo ocurre con los proyectos de turismo que se promueven en zonas de importancia para los pueblos originarios, ya que dan origen a la trata de mujeres y niñas (...).

La respuesta dada por las comunidades indígenas a los ataques contra la libre determinación en ocasiones ha contribuido a subyugar aún más los derechos de las mujeres. (...) En la lucha librada por las comunidades indígenas a fin de reivindicar su derecho a la libre determinación, los derechos de las mujeres a menudo se han considerado desintegradores y externos a la lucha indígena y vinculados a "valores externos" o "valores occidentales" que hacen primar los derechos individuales sobre los derechos comunales.

Tal falsa dicotomía entre los derechos colectivos y los derechos de las mujeres ha, paradójicamente, arraigado aún más la vulnerabilidad de las mujeres indígenas a los abusos y la violencia. (...) Las mujeres indígenas se ven por lo tanto privadas de su derecho a la libre determinación tanto por las violaciones de sus derechos colectivos, en cuanto miembros de las comunidades indígenas, como por las violaciones de sus derechos individuales, como subcolectivo dentro de esas comunidades".

"Mujeres y niñas indígenas son las que más sufren". Avance del Informe Anual de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.