"Por lo tanto, para nosotros es indudable que la mujer debe ser madre ante todo, con olvido de todo lo demás si fuera preciso; y por ello, por inexcusable obligación de su sexo; como el hombre debe aplicar su energía al trabajo creador por la misma ley inexcusable de su sexualidad varonil. Oigamos otra vez la voz de Dios, insistente y eterna: Tú, mujer, parirás; tú, hombre, trabajarás".
Gregorio Marañón: Tres ensayos sobre la vida sexual, 1927.
"El centro del alma femenina por muy inteligente que sea la mujer, está ocupado por un poder irracional. Si el varón es la persona racional, es la fémina la persona irracional. ¡Y ésta es la delicia suprema que en ella encontramos!".
Ortega y Gasset: Estudios sobre el amor, 1926.
"Las mujeres han brillado mucho menos que los hombres en el cultivo de las ciencias, las letras y las artes. Este hecho se debe principalmente al talento y a las actividades naturales, que difieren mucho de un sexo a otro: diferencias de aptitudes que son innatas y, por lo tanto, fundamentales y permanentes".
Francesc Tusquets: El problema feminista, 1931.
"Cuantos más derechos políticos y facilidad para el trabajo extradoméstico se otorguen a la mujer, más se apartarán los hombres del matrimonio. Y cuantos menos matrimonios, más invasora y exigente se mostrará la mujer, atormentada por el abandono, el sobretrabajo agotante y la imposibilidad de satisfacer, decorosa y legalmente, sus íntimas y sacrosantas aspiraciones a la maternidad".
Ramon y Cajal: La mujer, 1932.