martes, 22 de diciembre de 2015

De los límites de la sororidad (II).

"Mary, te pido que seas consciente de cómo este proceder fomenta las fuerzas destructivas del racismo y la segregación entre mujeres; pues parte del supuesto de que la historia y los mitos de las mujeres blancas son los únicos a los que deben acudir todas las mujeres en busca de poder y puntos de referencia, en tanto que las mujeres no blancas y nuestras historias quedan convertidas en motivos decorativos o en ejemplos de la victimización de las mujeres. Te pido que seas consciente de los efectos que tal desdén tiene en la comunidad de las mujeres negras y demás mujeres de color, y de cómo resta valor a tus propias palabras. Ese desdén no es en esencia diferente de la sistemática degradación a la que se somete a las mujeres negras para convertirlas en objeto, pogamos por caso, de los asesinatos que ahora mismo están perpretándose en tu ciudad. Cuando el patriarcado nos desprecia, promueve nuestro asesinato. Cuando la teoría feminista lesbiana y radical nos desprecia, promueve su propia extinción.

El desdén se alza como un tremendo obstáculo para nuestra comunicación. Obstáculo que hace mucho más fácil daros la espalda que tratar de comprender el pensamiento que avala vuestra forma de proceder. ¿Será el siguiente paso la guerra declarada entre nosotras o la segregación? Ciertamente, la asimilación a una historia de mujeres exclusivamente europeo-occidental no es aceptable".

Audre Lourde: "An open letter to Mary Daly".

lunes, 21 de diciembre de 2015

Por nuestro propio bien.

"En la segunda mitad del siglo [XIX] torpes experimentos con el interior femenino dieron lugar a la más decisiva técnica de cirugía, relacionada cada vez más con el control de los trastornos femeninos de la personalidad (...). La última clitoridectomía conocida en EEUU fue realizada en 1948 a una niña de cinco años, como cura contra la masturbación.

La forma más común de intervención quirúrgica en la personalidad femenina era la ovariotomía o extracción de los ovarios ("castración femenina"). En 1906, un destacado cirujano ginecológico estimó que en EEUU había 150.000 mujeres que habían perdido sus ovarios a cuchillo. Algunos doctores presumían dehaber extraído de 1.500 a 2.000 ovarios cada uno (...). No debe pensarse que las mujeres pobres fueron apartadas del exótico catálogo de torturas de los ginecólogos, al no tener dinero. Un trabajo pionero en la cirugía ginecológica fue el de Marion Sims en esclavas negras, que éste mantenía con el único propósito de experimentar quirúrgicamente. A una de ellas la operó treinta veces en cuatro años".

Barbara Erenreich y Dierdre English: Por tu propio bien. 150 años de consejos expertos a mujeres.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Y el combate será difícil.

"Éste es un momento particular donde todo un ciclo histórico se acaba y comienza una nueva época. Para continuar el combate político hay que hacer un balance del siglo, aquel de los avances revolucionarios, pero también de las terribles derrotas. Hay que "transmitir" a las nuevas generaciones y, para ello no repetir, no copiar, sino repensar, revisitar la historia, reactualizar el programa. (...) Pero antes, hay que retomar el hilo de la continuidad histórica del movimiento obrero, de sus referencias, de sus revoluciones, de sus grandes debates y polémicas.

No empezamos de cero. Hay una historia, de experiencias, de combates políticos que han forjado las generaciones militantes del movimiento obrero. (...) Para abordar la "nueva época" hay que saber de dónde partimos, desde dónde hablamos, con qué bagaje teórico, programático, político.

(...) Frente a la profundidad de una crisis sitémica, los revolucionarios deben no solamente organizar la resistencia social y política frente a los ataques de las clases dominantes, no solamente deben ser el ala dinámica de la unidad en la acción contra las políticas de austeridad, sino que también deben promover apuestas sobre las medidas claves de un gobierno que rechaza la austeridad y comienza un proceso de ruptura con el capitalismo. (...) Hace falta que este programa se fusione con la experiencia viva de los levantamientos revolucionarios. Y el combate será difícil.

(...) No se trata solamente de construir nuevos partidos, sino también de reorganizar los sindicatos y las asociaciones, de impulsar nuevos movimientos, expresión de las nuevas cuestiones tales como la ecología, de contribuir a la articulación entre movimiento obrero, campesino e indígena en los países de Latinoamérica, y movimiento obrero e inmigrante en los centros imperialistas. (...) La crisis mundial confirma el proyecto de construir una nueva fuerza política que responda a los desafíos de este nuevo período histórico. No se puede tratar de volver a los criterios de las organizaciones de la extrema izquierda revolucionaria de los años 60 y 70. 

(...) Hay que crear las condiciones para formaciones anticapitalistas de masas que permitan la reorganización del movimiento obrero y de los movimientos sociales sobre nuevos ejes. Poner el acento sobre las perspectivas anticapitalistas que reagrupan, continuar la discusión sobre una serie de cuestiones que no serán resueltas más que por nuevas experiencias revolucionarias, pero construir sobre una base sólida. He aquí el desafío para los años que vienen".

François Sabado: "Introducción", en Daniel Bensaïd: Trotskismos.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Que feminismo y democracia nacieron de un mismo parto.

"Sabemos que feminismo y democracia nacieron de un mismo parto y ahora que la democracia se encuentra en una situación difícil, en algunos ámbitos por la intransigencia y en otros por la indiferencia, la posición de las mujeres es el test definitivo de la demoracia. Por ello el feminismo tiene que dejar la actitud de supremacía cultural de occidente, precisamente porque occidente hace un uso despótico y a su medida de ciertos postulados colonialistas y opresores, la tarea va a contrapelo de curso del mundo y nosotras como indígenas lo sentimos a flor de piel. Las mujeres tenemos algo común por encima de las diferencias: ellos, los masculinos, saben siempre que han de pactar y cómo pactar, nosotras deberíamos educarnos en la cultura del pacto y ejercitarlo".

Rosalía Paiva: "Feminismo paritario indígena andino". 

jueves, 17 de diciembre de 2015

Bandera de todos los excluidos del mundo.

"Aquel 12 de octubre de 1992 sigue muy presente en la memoria. Las multitudinarias manifestaciones de todo el continente anunciaron un nuevo ciclo de luchas indias, particularmente en Chiapas, donde se preparaba una rebelión que marcó indeleblemente el inicio del siglo XXI.

Ese día en San Cristóbal de las Casas, vestidos con taparrabos, pintados sus cuerpos y armados con arcos y flechas, unos diez mil indígenas tomaron la ciudad real y derribaron la estatua del conquistador Diego de Mazariegos, símbolo de opresión en la región.

Fue la primera aparición pública de los indios que en 1994 tomaron las armas como "medida última, pero justa". En su Primera Declaración de la Selva Lacandona, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional justificó su alzamiento apelando a la resistencia indígena como señal de identidad: "Somos producto de 500 años de luchas", dijeron entonces los indios rebeldes.

La rebelión indígena chiapaneca, como otros movimientos del continente, representan el rechazo organizado contra el fatal destino que los condenó a desaparecer. (...) Así como Cristóbal Colón nunca se enteró de que llegó a un nuevo continente, las élites globalizadas ignoran que sus sociedades han cambiado para siempre y que la demanda de los pueblos indios en favor de su inclusión en el presente y futuro de sus naciones, es también hoy bandera de todos los excluidos del mundo".

Jesús Ramírez Cuevas: "El día de la resistencia indígena".

lunes, 14 de diciembre de 2015

Nuestro feminismo comunitario es feminismo revolucionario.

"Los distintos feminismos han ido nombrando al patriarcado como el sistema de las opresiones de los hombres sobre las mujeres. Nosotras decimos aún más: el patriarcado es el sistema de todas las opresiones, violencias, discriminaciones, que viven no sólo las personas, sino toda la humanidad y la naturaleza. Todo ello construído sobre el cuerpo de las mujeres. (...) El colonialismo es patriarcal. El patriarcado necesitó del colonialismo y del neoliberalismo para seguirse reciclando. (...) Nosotras reconceptualizamos el feminismo. No somos alumnas de un feminismo occidental. Aquí, antes de 1492 también había un patriarcado. Nosotras nos inscribimos en las ancestrales luchas de las mujeres ante un patriarcado que nos oprimía y nos oprime.

(...) El feminismo occidental nace de una matriz individual de las mujeres, de sus derechos, de su ciudadanía, ante la afirmación individual de los varones a partir de la Revolución Francesa (ciudadanía, derecho a votar, etc.). Nosotras queremos afirmar nuestro "ser mujeres" desde la comunidad. (...) Nuestro Feminismo Comunitario es Feminismo Revolucionario".

Julieta Paredes: "Feminismo Comunitario".

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Que el reconocimiento formal de derechos no es suficiente.

"Se sugiere a veces que no es pertinente introducir aspectos materiales cuando se aborda el problema de la igualdad y del universal. Sin embargo, el feminismo, desde sus orígenes, ha mostrado que esta crítica es no sólo pertinente sino necesaria. En efecto, una vez proclamada la igualdad universal, las mujeres tuvieron que "arrancarle" sus derechos (y poco a poco) al poder patriarcal ilustrado que se los negaba. Para ello, mostraron que su exclusión era sistemática y respondía a la materialidad ineludible de sus cuerpos, definidos como "de mujer" al nacer. De manera paralela, grupos específicos de mujeres (y de varones) étnicamente marcados tienen todavía que arrancar su igualdad si no al universal formal, sí al menos a los poderes racistas, enmascaarados en los discursos igualitaristas que proclaman el universal. En esos casos, no se trata de negar la igualdad o la universalidad (o desconocerlas) sino, por el contrario, se trata de instrumentar estrategias teóricas y prácticas efectivas para dar cuenta de la exclusión.

El reconocimiento formal de derechos -como sabemos- no es suficiente, pero constituye un punto de partida que sienta las bases para superar la inconmensurabilidad de las diferencias (...). Aunque, como la exclusión de las mujeres en general sólo está siendo paliada relativamente, debemos estar alerta ante la crisis actual de las sociedades occidentales. El enmascaramiento en términos de derechos étnico-culturales y religiosos de los patriarcados fundamentalistas no debe pasarnos inadvertido. No sea que esta crisis mundial se "resuelva" (como históricamente ha sucedido tantas veces) en un sexismo operacional (no coherente), que restituya la estabilidad perdida, en términos de refuerzo del patriarcado, donde las mujeres y sus derechos -cuyo lugar siempre ha sido precario y en vías constantes de redefinición y de legitimación- quedarían severamente afectados".

María Luisa Femenías: "Esbozo de un feminismo latinoamericano".

martes, 8 de diciembre de 2015

Qué humanidad queremos ser y en qué mundo queremos vivir.

"No hay nada inevitable en la historia... todo depende de la lucha y la voluntad de sus actores. Pero, sin adentrarnos a fondo en la historia de los oprimidos, las gentes que queremos un mundo mejor difícilmente podremos entender el lugar que ocupamos en la historia de la lucha de clases, nuestras tareas o las características de nuestra época. Es más, no tomaremos consciencia de nuestra responsabilidad, no podremos combatir los límites de nuestro tiempo ni los obstáculos que impone la vida cotidiana para intervenir conscientemente en él y, más importante todavía, no llegaremos a perfilar un proyecto alternativo de sociedad. La lucha por otro mundo y la defensa de un proyecto social emancipador no sólo hunde sus raíces en la lucha real de los oprimidos que impugna en la práctica el desorden establecido, sino que supone una reflexión sobre la historia, sobre la cultura, sobre la dignidad humana, sobre las relaciones entre individuo y sociedad, entre las clases y entre los géneros y entre la especie humana y el medio ambiente. En definitiva, no se puede luchar por el socialismo y soportar duraderamente la tensión militante entre la realidad y el deseo sin astibar qué humanidad queremos ser y en qué mundo queremos vivir".

Andreu Coll: "Introducción", Las razones de octubre. la revolución soviética y el siglo XX.

lunes, 7 de diciembre de 2015

La guerra de las mujeres.

"En noviembre de 1929, miles de mujeres igbo se reunieron en los centros de "administración nativa". Corearon, bailaron, entonaron canciones de burla, y demandaron las placas identificativas de los llamados Jefes de Garantía, los igbo elegidos de cada pueblo por los británicos como miembros de las Cortes Nativas. En algunos lugares las mujeres irrumpieron en las prisiones y liberaron a los detenidos.

Dieciséis Cortes Nativas fueron atacadas y la mayoría de ellas fueron destrozadas o quemadas. El "área de los disturbios" cubrió unos 9.650 km2 y contó con la participación de unos dos millones de personas. No se sabe cuántas mujeres estuvieron involucradas, pero la cifra estimada era de decenas de miles. En dos ocasiones, Agentes de Distrito británicos llamaron a la policía y a las tropas, quienes dispararon contra las mujeres y dejaron un total de más de cincuenta muertas y cincuenta contusionadas. Ninguna persona de la otra parte fue gravemente herida".

Judith Van Allen: "Aba Riots or Igbo women's war?" Ideology, stratification and invisibility of women".

jueves, 3 de diciembre de 2015

De los límites de la sororidad.

"La fuerza que permite a las autoras blancas no hacer referencia a la identidad racial en sus libros sobre "mujeres", y que son en realidad libros sobre mujeres blancas, es la misma que obligaría a cualquier autora que escribiera exclusivamente sobre mujeres negras a hacer explícita su identidad racial. Esa fuerza es el racismo. Es la raza dominante la que puede hacer parecer su experiencia como la representativa".

bell hooks: Ain't I a woman.

"Las mujeres blancas del WLM son extraordinariamente reacias a verse a sí mismas como opresoras, al pensar que esto pondría en segundo plano su opresión. Consecuentemente, se oculta la implicación de las mujeres británicas en el imperialismo y en el colonialismo y se ignoran, asimismo, los beneficios que obtuvieron éstas (como blancas) de la opresión sobre las mujeres negras. Las formas del imperialismo son identificadas simplemente como aspectos de un patriarcado omnipotente, más que como un conjunto de relaciones sociales en las que las mujeres blancas sostienen posiciones de poder en virtud de su raza".

Hazel V. Carby: "Mujeres blancas, ¡escuchad! El feminismo negro y los límites de la hermandad femenina".

miércoles, 2 de diciembre de 2015

En defensa de la fiesta.

"En este rechazo va implícito también una negación de la gravedad y la solemnidad como registros necesarios de la rebelión política. La fiesta, lo lúdico, va a ser también reivindicado como una dimensión de pleno derecho de la cultura antagonista siguiendo esa transición de lo político en la música como "algo que se dice" a lo político en la música como "algo que se hace". Un gesto que tiene especial importancia en un contexto en el que la represión, la tortura y el asesinato de militantes era moneda corriente. Esta defensa de la fiesta y de la celebración, muy relacionada con el libertarismo contracultural que rechazaba la satisfacción aplazada y el disfrute diferido, "ya disfrutaremos cuando ganemos la revolución", se va a recoger en Euskadi mediante la incorporación, mediada por Inglaterra, de la herencia jamaicana que, como buena música afrodescendiente, ve la fiesta como una ocasión ritualizada para la construcción de comunidades".

Roberto Herreros e Isidro López: El estado de las cosas de Kortatu. Lucha, fiesta y guerra sucia.

martes, 1 de diciembre de 2015

De la unidad de la causa como excusa (II).

"Una de cada tres mujeres indígenas ha sido violada.

En algunos casos los responsables son funcionarios estatales o autoridades militares que buscaron socavar la determinación de las comunidades indígenas en las disputas militarizadas sobre tierras y recursos (...). En otros, esto se debe a que las mujeres y las niñas indígenas que desempeñan trabajos domésticos en casas particulares se encuentran expuestas a ser abusadas por sus empleadores.

Otro gran problema (...) es la trata de mujeres y niñas indígenas. (...) Al verse obligadas a dejar sus tierras y emigrar a zonas urbanas, se ven altamente vulnerables a múltiples abusos como la explotación y la violencia sexual. Lo mismo ocurre con los proyectos de turismo que se promueven en zonas de importancia para los pueblos originarios, ya que dan origen a la trata de mujeres y niñas (...).

La respuesta dada por las comunidades indígenas a los ataques contra la libre determinación en ocasiones ha contribuido a subyugar aún más los derechos de las mujeres. (...) En la lucha librada por las comunidades indígenas a fin de reivindicar su derecho a la libre determinación, los derechos de las mujeres a menudo se han considerado desintegradores y externos a la lucha indígena y vinculados a "valores externos" o "valores occidentales" que hacen primar los derechos individuales sobre los derechos comunales.

Tal falsa dicotomía entre los derechos colectivos y los derechos de las mujeres ha, paradójicamente, arraigado aún más la vulnerabilidad de las mujeres indígenas a los abusos y la violencia. (...) Las mujeres indígenas se ven por lo tanto privadas de su derecho a la libre determinación tanto por las violaciones de sus derechos colectivos, en cuanto miembros de las comunidades indígenas, como por las violaciones de sus derechos individuales, como subcolectivo dentro de esas comunidades".

"Mujeres y niñas indígenas son las que más sufren". Avance del Informe Anual de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Sobre la soberanía sexual.

"El contexto histórico en el que el blues desarrolló una tradición en la que se trataba abiertamente tanto la sexualidad femenina como la masculina muestra una estructura ideológica específicamente afroamericana. Surgido durante las décadas posteriores a la abolición de la esclavitud, el blues dio expresión musical a las nuevas realidades sociales y sexuales con las que se encontraron los afroamericanos, en tanto mujeres y hombres libres. El antiguo estatus económico de los esclavos no había experimentado ninguna transformación radical (no eran más pobres de lo que lo habían sido durante la esclavitud). Fue el estatus de sus relaciones personale lo que se revolucionó. Por primera vez en la historia de la presencia africana en Norteamérica, miles de mujeres y hombres negros tenían la posibilidad de tomar decisiones acerca de sus relaciones sexuales. La sexualidad fue en ese periodo uno de los campos más tangibles en los que la emancipación se puso en práctica y a través de los que se expresó su significado. La soberanía en los asuntos sexuales marcó así una importante división entre la vida durante la esclavitud y la vida tras la emancipación".

Angela Davis: "I used to be your sweet mama. Ideología, sexualidad y domesticidad".

martes, 24 de noviembre de 2015

Que la conciencia religiosa puede desempeñar un papel transformador.

"Durante la esclavitud, el universo sagrado lo abarcaba prácticamente todo. Los cantos espirituales ayudaban a consturir comunidad entre los escalvos e infundían a esta comunidad imaginada la esperanza de una vida mejor. Se volvían a relatar las historias del Antiguo Testamento sobre la lucha del pueblo hebrero contra la opresión del Faraón y, de ese modo, se establecía una narrativa común con el pueblo africano esclavizado en Norteamérica, que trascendía el sistema esclavista y animaba a su abolición. Bajo las condiciones de esclavitud de EEUU, lo sagrado (y especialmente la música religiosa) era un medio importante de preservar la memoria cultural africana. A pesar de la afirmación de Karl Marx de que la religión es el "opio del pueblo", los cantos espirituales atestiguan que la conciencia religiosa puede, por sí misma, desempeñar un papel transformador. Como Sojourner Truth y otros abolicionistas demostraron (tales como los líderes insurreccionalistas Nat Turner, Denmark Vesey y la líder del Underground Railroad, Harriet Tubman) la religión era mucho más que el "sol ilusorio" de Marx. Los cantos espirituales contenían y daban expresión a un potente anhelo de libertad. De hecho, la religión era, como también decía Marx, el espíritu de una época privada de espíritu".

Angela Davis: "I used to be your sweet mama. Ideología, sexualidad y domesticidad".


lunes, 23 de noviembre de 2015

Contra la apropiación de la Historia.

"La apropiación de la historia por parte de los feminismos de las mujeres blancas ha despojado de su propia historia a los otros feminismos. Apropiándose de la memoria histórica se apropian también de la definición de la opresión así como del diseño de las estrategias políticas transformadoras. Anulando las historias particulares inventan una sola historia, la que ha protagonizado el movimiento feminsita blanco desde el periodo ilustrado. Y desde esa historia, se legitiman como el movimiento feminista por excelencia".

Mercedes Jabardo: Feminismos negros. Una antología.

"Las mujeres blancas que se dedican a publicar ensayos y libros sobre cómo "desaprender el racismo" continúan teniendo una actitud paternalista y condescendiente cuando se relacionan con mujeres negras (...). Nos convierten en el "objeto" de su discurso privilegiado sobre la raza. Como "objetos" continuamos siendo diferentes, inferiores".

bell hooks: "Mujeres negras. Dar forma a la teoría feminista".

sábado, 21 de noviembre de 2015

Es imposible pensar en un sistema de género, si no es atravesado por raza y clase.

"En La Invención de las Mujeres, Oyéronké Oyewùmi se pregunta si "patriarcado" es una categoría transcultural válida. Propone que el género no era un principio organizador de la sociedad Yoruba antes de la colonización Occidental. La glosa usual de las categorías Yoruba "obinrin" y "okunrin" como "hembra/mujer" y "macho/hombre", respectivamente, es una traducción errónea. En la cultura yoruba, estas catogorías no se oponen en forma binaria ni están relacionadas por medio de una jerarquía.

(...) Uno de los primeros logros del Estado colonial fue la creación de "mujer" como categoría. (...) A un nivel, la transformación del poder del Estado en poder masculino se logró excluyendo a las mujeres de las estructuras estatales. Esto se mantuvo en un profundo contraste con la organización del Estado Yoruba, en la cual el poder no estaba determinado por el género. (...) Remplazar esta pluralidad espiritual ginecrática con un ser supremo masculino, como lo hizo el cristianismo, fue crucial para someter a las tribus. El colonizador blanco construyó una fuerza interna en las tribus cooptando a los hombres colonizados a ocupar roles patriarcales.

(...) A diferencia de las feministas blancas que no se han enfocado en cuestiones de colonialismo, estos teóricos sí ven la construcción diferencial del género en términos raciales. (...) Es imposible pensar en un sistema de género, si no es atravesado por raza y clase".

María Lugones: "Feminismo decolonial".

jueves, 19 de noviembre de 2015

Que les escupía como signo de grandeza.

"Así como en el imperio de los Incas se conoció la división de clases (por un lado, el sector privilegiado constituido por la familia real, los grandes guerreros, los sacerdotes y sabios; y, por el otro, la inmensa mayoría indígena que sostenía la vida económica de la comunidad), se conoció también la poligamia dentro de un sistema estrictamente patriarcal, en el cual la hermana y esposa legítima del Inca gozaba de más privilegios que la distinguían de las concubinas. Por ejemplo, cuando la esposa principal viajaba, ésta era llevada en andas o hamacas conforme al estatus de su esposo, mientras que las concubinas iban a pie, llevando la comida y la bebida para sus señores y toda la comitiva a su servicio. Durante las horas de comida, las concubinas servían al Inca y a su "koya" (esposa principal), a quien le hablaban de rodillas, sin mirarle el rostro, y al retirarse de ella, como de su esposo, caminaban hacia atrás. Era tanta la discriminación contra las concubinas y tan respetado el "origen divino" del Inca y de su esposa principal que, entre sus obligaciones rituales, estas concubinas recogían los cabellos que perdiese su señor o que le habían recortado, y asimismo las uñas cortadas, y luego se lo tragaban. Cuando el monarca quería salivar, lo hacía en las palmas abiertas de las manos de una de sus concubinas, quien luego lo tragaba. Incluso era deber de las concubinas recoger sobre sus ropas los cabellos de su esposo y tragarlos. El conquistador Juan Ruiz de Arce recuerda que cuando le preguntaron a Atawallpa sobre estas costumbres, respondió que su costumbre de escupir sobre las manos la tenía como signo de grandeza, y que hacía comer sus cabellos por temor a los encantamientos que le pudiesen hacer con ellos".

 Víctor Montoya: "La mujer en América, antes y después de la conquista".

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Tu racismo no cabe en nuestro feminismo (II).

"En Nashville (Tennessee), vive un hombre blanco, Pat Hanifan, que violó a una jovencita afroamericana a la que arruinó la vida a causa del daño físico que la infrigió. Estuvo en la cárcel seis meses, fue puesto en libertad y ahora trabaja como detective en esa ciudad. En la misma ciudad, el pasado mayo, un hombre blanco violó a una chica afroamericana en una farmacia. Lo arrestaron y fue puesto en libertad bajo fianza. Corrió el rumor de que quinientos afroamericanos se habían organizado para lincharlo. Doscientos cincuenta ciudadanos blancos se armaron con Winchesters y lo protegieron. Se colocó un cañón frente a su casa y se reclamó la presencia de los "Rifles de Buchanan" (la milicia estatal) para protegerlo. La turba afroamericana no se materializó. Tan sólo dos semanas antes, Eph. Grizzard, que tan sólo había sido encausado por la violación de una mujer blanca, fue sacado de la cárcel, ante el gobernador de Buchanan, la policía y la milicia, arrastrado por las calles a plena luz del día, le fueron clavando cuchillos a cada paso y le hicieron toda la clase de crueldades que se le puede ocurrir a una turba airada; finalmente, se le ahorcó en el puente con las manos destrozadas porque intentó agarrarse a los pilares. ¡Un ejemplo claro y cruento de la sed de sangre de la civilización deciminónica de la Atenas del Sur! No se requirió la presencia de militar o cañón alguno. Se atrevió a visitar a una mujer blanca".

Ida B. Wells: Horrores sureños: la ley Lynch en todas sus fases.

viernes, 13 de noviembre de 2015

La Movida estaba subvencionada.

"En el Estado español, ya a la altura de 1978, la referencia underground era la Movida madrileña. Esta, aunque desde luego estuviera influenciada por el punk inglés, comparte más rasgos estilísticos superficiales con aquel que contextos culturales y políticos. El ambiente de "libertad" que tanto ha celebrado la Movida madrileña, de superación del oscurantismo franquista, casa mal con la insurgencia punk, que, aunque se exprese de muchas maneras diferentes, no deja de mostrar su disgusto y disconformidad con la realidad social y política. Desde este punto de vista, no es difícil entender por qué la Movida recibió tantos apoyos institucionales, de una alcaldía de Madrid recién estrenada por el PSOE, y más tarde del Gobierno, deseosos de marcar diferencias visibles con el régimen anterior. De hecho, la opinión de muchos de los protagonistas del rock radical vasco sobre la Movida madrileña es unánime: "Estaba subvencionada". En el fondo, la Movida madrileña, con las excepciones que haga falta, como movimiento cultural tiende a caer en el ámbito de ese pacto cultural al que llamaremos Cultura de la Transición".

Roberto Herreros e Isidro López: El estado de las cosas de Kortatu. Lucha, fiesta y guerra sucia.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Que nadie se avergüence de ir a un juicio y dar testimonio.

"No está bien. Ahora es el momento de hacer una firme demanda por el derecho de las mujeres. Que hermoso será cuando podamos ver a mujeres sentadas como abogadas y juezas. Vemos a pobres mujeres que vienen a ser juzgadas por hombres. Si vamos a ser juzgadas por hombres, ¿por qué no podemos formar parte del asunto y juzgarles a ellos también? Cuando una pobre mujer está frente al juez, a veces el hombre que la mira desde arriba tiene la nariz roja como un cigarro encendido. Ninguna mujer se atreve a hablar en su defensa. Le hacen ciertas preguntas para divertirse y ninguna mujer dice nada. Los hombres no tienen toda la autoridad. Yo quiero a mujeres en su lugar. Ellas sabrían qué preguntar y qué decir, cosa que los hombres no saben, porque yo he estado de pie, escuchando, y he visto a las pobres mujeres marcharse y a los hombres reírse: "Je, je, je".

Ahora, yo quiero que las mujeres se sienten en ese lugar y escuchen -no esos pedantes farragosos. Me refiero a esos abogados, jueces y jurados. Si es indecente que las mujeres estén allí, entonces tampoco es decente para los hombres. Nadie debería estar en un sitio que no fuera lo suficientemente decente para las mujeres. Éste es el problema con algunos hombres. Son tan mezquinos que no quieren que las mujeres lo sepan. Hagamos que nadie se avergüence de ir a un juicio y dar testimonio. Nadie será intimidado. Sabemos que si es una hermana la que está sentada en el lugar del juez, no hará ninguna pregunta que sea impropia".

Sojouner Truth: Discursos, canciones y propósitos, 1851.

martes, 10 de noviembre de 2015

El blues femenino como lenguaje.

"Las cantantes negras de blues se resistían a reflejar en sus letras trayectorias femeninas marcadas por la resignación y la impotencia. Al contrario, sus letras estaban plagadas de referencias a la independencia femenina, al control sobre sus deseos, al ejercicio libre de su propia sexualidad. No eran sólo sus letras. Sus trayectorias vitales estaban salpicadas por estos escenarios construidos al margen de la moral dominante. Escenarios que se convertían a la postre en referentes para las mujeres pobres o de clase obrera a las que el discurso hegemónico colocaba en el papel de víctimas o en el estereotipo de jezzabel, mujeres dominadas por su apetito sexual y víctimas de sus excesos. Porque era así como se traducía desde la moral dominante la recientemente adquirida (y practicada) libertad sexual de las mujeres negras. (...) Lo que desde la sociedad hegemónica se leía como exceso, en el blues se traducía en capacidad de agencia. Las mujeres negras no estaban dominadas por su apetito sexual, elegían de una forma libre practicar su sexualidad al margen del imaginario del amor romántico ligado al matrimonio que imponía la sociedad blanca. El blues femenino funcionaba, en este sentido, como lenguaje de resistencia, capaz de articular en un discurso común los intereses colectivos de un grupo subyugado".

Mercedes Jabardo: Feminismos negros. Una antología.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Tu racismo no cabe en nuestro feminismo.

"Partiendo de los relatos de los linchamientos escritos en periódicos de blancos, [Isa Wells] analizó las fuentes secundarias del Chicago Tribune e hizo trabajo de campo justo después de los linchamientos. Elaboró y publicó estadísticas demoledoras. Así mostró que entre 1880 y 1891 en torno a 100 negros fueron linchados. En el año 1892, año en el que mataron a sus amigos, otros 160 hombres fueron linchados, la mayoría por asesinato (58) y por violación (46). Denunció que los linchamientos se utilizaban para frenar el posible ascenso social de la población negra en el Sur. Señalando las lógicas desde las que se denunciaba como violación cualquier contacto (a veces meramente verbal) entre un hombre negro y una mujer blanca, Wells introdujo uno de los temas que sería central en el feminismo negro: la forma en la que la intersección entre "raza" y género construye de forma desigual la sexualidad de la población blanca y de la población negra. Lo hizo subrayando los mecanismos a través de los cuales se demonizaban las relaciones raciales entre hombres negros y mujeres blancas -usando el término de violación para cualquier tipo de contacto o acercamiento entre unos y otras- y la forma en la que se naturalzia cualquier forma de agresión sexual (violación) de hombres blancos a mujeres negras".

Mercedes Jabardo: Feminismos negros. Una antología.

martes, 3 de noviembre de 2015

La historia de un levantamiento popular cerrado en falso.

Sólo desde hace algunos, pocos, años se ha empezado a recuperar la historia del periodo posterior y del inmediatamente anterior a la muerte de Franco como la historia de un levantamiento popular cerrado (en falso, pero cerrado) con los pactos del 78. Como todos los falsos cierres de una situación potencialmente revolucionaria, en la España de finales de los setenta se produjo una operación de integración de algunos grupos sociales y de exclusión de otros. Una parte de lo que habían sido las luchas antifranquistas, en concreto las luchas estudiantiles en los distintos campus universitarios, en realidad formada por aquellos que estaban llamados a componer una nueva clase media profesional, lideró simbólicamente el proceso de transición y, de paso, se situó en las posiciones "ganadoras" del proceso. Es decir, aquellas que en el medio plazo aseguraban una posición cultural hegemónica y una posición económica de cierto desahogo. Esta capa social es la que se ha visto reflejada en esa peculiar descripción, mitad costumbrista mitad política, que es "lo progre", diminutivo gazmoño de "progresista", que designa una actitud liberal, complaciente con el futuro, de "izquierdas", pero sin estridencias, y, sobre todo, confiada en su superioridad moral. Su correspondencia con los gustos culturales de la clase media ha bailado siempre al son de la gran esperanza de modernización del país que, abandonada toda ínfula revolucionaria o de radicalización democrática, pasa, obvio, por Europa. Una aspiración que apenas escondía la asunción acrítica del nuevo régimen de economía política.

Roberto Herreros e Isidro López: El estado de las cosas de Kortatu. Lucha, fiesta y guerra sucia. Referencia a Emmanuel Rodríguez: Hipótesis Democracia.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Madrid, que es más temible.

"Madrid, plano, blanquecino, bañado por la humedad, brotaba de la noche con sus tejados, que cortaban en una línea recta el cielo; sus torrecillas, sus altas chimeneas de fábrica y, en el silencio del amanecer, el pueblo y el paisaje lejano tenía algo de lo irreal y lo inmóvil de una pintura".

Pío Baroja: La lucha por la vida.

"Madrid, que es más temible que cuantos individuos tiene la familia múltiple de Lucifer; Madrid, que encierra tentaciones más temibles que las que en lejanos días pusieron en aprieto la templanza de San Antonio Abad. El Madrid Mundo nos distrae de nuestras oraciones, el Madrid Demonio nos inspira malas obras y peores dichos, el Madrid Carne nos conduce al pecado".

Benito Pérez Galdós, "Semana Santa" en Diario Nación.


martes, 27 de octubre de 2015

La cultura occidental da asco (VI).

Si las mujeres están a la cabeza del gobierno, el Estado corre peligro, porque ellas no actúan según las exigencias de la universalidad, sino siguiendo opiniones e inclinaciones contingentes. No es seguro que Hegel dijera esto literalmente, puesto que la frase aparece en un añadido -y por lo tanto, procede de los apuntes tomados por sus alumnos- al § 166 de su Filosofía del Derecho. Allí, tras exponer el lugar de la familia como primera esfera de la vida ética (...), Hegel señala, ahora sí, literalmente, que el hombre tiene su vida efectiva y sustancial en el Estado, en la ciencia y cosas semejantes, mientras que la mujer tiene su determinación sustancial en la familia, y su interior disposición ética en la piedad.

Se trata de un tópico tan persistente en la Edad Antigua como en la Edad Moderna: la incapacidad de las mujeres para los asuntos de la vida pública, paralla a la que supuestamente tienen para la ciencia o para el arte. Hegel lo sitúa en un marco más amplio, añadiendo que las mujeres, si bien pueden ser cultas, no está hechas para las ciencias elevadas, la filosofía o ciertas producciones del arte que requieren un "universal". (...) Freud, por su parte, lo expresaba de otro modo: las mujeres, dice, no subliman.

Antonio Gómez Ramos y Rocío Orsi Portalo: "Ciudadana Antígona: más allá del presentimiento de lo ético y la eterna ironía de la cosa pública".


lunes, 26 de octubre de 2015

Contra la igualdad de privilegios.

"Aceptar la inclusión en un tejido social y económico que en realidad no se ha visto transformado en su totalidad (...) supone adoptar una posición ambivalente con respecto al pasado, o dejarse llevar por la amnesia. En tanto en cuando el estado de cosas presente no difiera mucho de aquel que se ha fundamentado en un contrato sexual, que justamente excluye a las mujeres de aquel tejido social y económico, inscribirse en el mismo, incluirse, aceptar y hacer uso de las estrategias del empoderamiento se tacharía fácilmente de acomodaticio o incluso de patriarcal. En definitiva delataría que las mujeres no sólo han olvidado su historia, sino los motivos mismos que las llevaron a luchar por modificarla.

(...) Si empoderarse es adquirir un estatus semejante al de otros tipos de ciudadanos que al parecer disfrutan de más derechos o de un estatus superior, entonces empoderarse es cólo cuestión de asimilación o al menos la exige. Empoderarse es en suma el resultado de un proceso, o conjunto de ellos, que tienden a conservar el status quo. (...) Si la inclusión en los espacios de poder ha de lograrse agachando la cerviz, o hincando la rodilla ante quien en definitiva sigue teniendo la potestad de permitir o prohibir esa inclusión, probablemente sería preferible permanecer en el lugar de las exluidas; al menos quien está exluida no necesariamente ha de desarrollar una falsa consciencia, ni sostener con ello el propio sistema que excluye".

Carmen González Marín: "La inclusión como impotencia".

"El feminismo es una revolución, no un reordenamiento de consignas de marketing, ni una ola de promoción de la felación o del intercambio de parejas, ni tampoco una cuestión de aumentar el segundo sueldo. El feminismo es una aventura colectiva, para las mujeres pero también para los hombres y para todos los demás. Una revolución que ya ha comenzado. Una visión del mundo, una opción. No se trata de oponer las pequeñas ventajas de las mujeres a los pequeños derechos adquiridos de los hombres, sino de dinamitarlo todo".

Virginie Despentes: Teoría King Kong.


viernes, 23 de octubre de 2015

La ley de la supervivencia.

"Pues yo me tuve que dedicar al estraperlo, a salir a los pueblos... ¡Andando con la carga a cuestas! Pues lo primero que empezamos a llevar era aceite... comprábamos una arroba de aceite, lo llevábamos y cambiábamos por comida, por rancho, ¿sabes? Pero es que, en este pueblo, como te digo, dinero no había nunca. Aquí todo se vendía a cambio, todo... lo que entraba a la casa (...). Porque había mucha gente, unas que estaban viudas, otras que no habían venido de la cárcel, otras que tenían sus maridos y no tenían bastante... iban las mujeres, muchas mujeres. Cuando yo, iba conmigo una que era viuda, y otra que tenía a su marido también en la cárcel. Nos juntábamos las tres para ir, ¿sabes?, a los pueblos estos, hemos andado mucho. (...) A las seis de la mañana en tiempo de invierno, porque en Bayárcal, en el pueblo, el patrón es San Francisco [Javier], que es el 3 de diciembre, y es cuando más se vendía, ¿sabes? Empezábamos a ahorrar, ya te conocían... comprábamos géneros en las tiendas e íbamos y lo vendíamos, como no había tiendas allí... la ilusión de poder ganar una peseta (...) y nos metíamos en el río en pleno invierno, que venía crecido, que no podías brincarlo ni había puente, tenías que descalzarte y meterte en el río, ¿sabes? Tres horas para arriba andando, tres horas de camino, nosotras salíamos a las 6 y llegábamos a las 9 a Bayárcal, andando (...). Pues nosotras por la carretera no pasábamos nunca porque estaba siempre la Guardia Civil por allí, nosotras temíamos, temíamos que si nos quitaban la mijilla que llevábamos...".

Testimonio de Clotilde Aranzana Rueda (Alcolea, 2006). 91 años en la fecha de la entrevista. Recogido en Sofía Rodríguez López: "Activismo sin militancia. Las "madres coraje" de la posguerra española".

"Me fui a la plaza y me enteré que en casa del auditor de guerra hacía falta una cocinera (...). Me puse a trabajar interna casi tres meses pero un día me dijo: "Josefa se tendría que ir usted porque a mí me han dicho que puede ser una espía" (...). Me puse a vender estraperlo en la Rambla Alfareros y Magistral Domínguez. Al principio me daba mucha vergüenza y no me salía la voz para decir se compra o se vende pero poco a poco me fui acostumbrando. No me iba mal, al menos en mi casa podíamos comer caliente (...). Por la noche, mi madre y yo nos íbamos al muelle y hacíamos el camio (...). Otro día vino un hombre de pueblo, me dio un saco para que le comprara pan y casi al mismo tiempo vino una señora mayor, si quería 50 panes me los traía de diez en diez (...). Cuando estaba a la mitad vino la sobrina de otra vendedora y le ofreció una peseta más por pan. Veía que me quitaba la venta, no, eso sí que no. Nos liamos a palos. Yo no quería que me quitaran el pan de mi hijo. (...) Era la ley de la supervivencia".

Memorias inéditas de Josefa Collado Gómiz. Recogido en Sofía Rodríguez López: "Activismo sin militancia. Las "madres coraje" de la posguerra española".


jueves, 22 de octubre de 2015

De la unidad de la causa como excusa.

"Pero si el feminismo chicano mantuvo una fuerte controversia con el feminismo hegemónico blanco, no fue menos intensa la batalla librada en el seno de la propia comunidad, dominada ideológicamente por una visión claramente patriarcal. Se trataba de defender los derechos de las mujeres chicanas con la misma contundencia con que se defendían los derechos de la comunidad frente a la discriminación de la sociedad "anglo". (...) Los planteamientos feministas dentro del movimiento chicano se sirvieron con gran hostilidad por parte de un sector muy importante de sus dirigentes, que veían en la defensa de una reconsideración de los roles de género una amenaza para la integridad del plan nacionalista. (...) Por una parte, las feministas cuestionaban el enfoque dominante que servía para justificar la supervivencia cultural, algo que no hacía sino reforzar estereotipos tradicionales. Así, por ejemplo, la visión de la "chicana ideal" como una resistente que había conseguido preservar con su esfuerzo y sufrimiento la cultura chicana en su esencia suponía un obstáculo para redefinir la posición de la mujer. De igual modo, discrepaban de la interpretación que se hacía del machismo como narración inventada por la sociedad "anglo" con el objetivo de desprestigiar al hombre mexicano-americano. En este sentido, muchas se enfrentaron a lo que podía entenderse como una justificación del machismo (...). En gran medida, el espacio más afectado por el debate en torno al papel de la mujer chicana y las propuestas de revisión de su estatus o de los estereotipos que la marcaban socialmente era el de la familia. La familia se convirtió (...) en el gran paradigma de la resistencia política y cultural frente a los procesos de asimilación de la sociedad anglosajona; sin embargo sus estructuras tradicionales fueron denunciadas por el feminismo.

(...) El resultado de esta controversia (...) fue (...) el de la incomprensión por una parte importante de la comunidad chicana, que acusaba a las feministas de fomentar una división contraproducente para los intereses de aquella. (...) La postura de confrontación de las feministas las alejaba de la imagen mítica de la "Adelita", la mujer soldado que acompañaba a los revolucionarios mexicanos en el combate".

José Luis de la Nuez Santana: "Arte, sociedad multicultural y posicionamiento feminista. El debate feminista en el arte chicano".


miércoles, 21 de octubre de 2015

La mujer como menor de edad o Votar para salvar el Partido

"La gran mayoría votará a los candidatos más reaccionarios; otra porción no despreciable, a que más pague, y la otra, al candidato mejor mozo y más guapo (...). Y es que hemos descuidado todos la educación moderna de la mujer. La hemos dejado en manos del cura, zafio y grotesco, y de la madrota, mercantilista y unitaria. (...) Rudo golpe experimentará la democracia con la innovación; más no por eso hemos de ser enemigos de ella. Impónese una labor de propaganda y proselitismo en los medios femeninos (...). Con tales condiciones, del millón largo de mujeres que en España tendrán voto, al correr el tiempo, y después de una campaña eficaz, buen número de ellas vendrán a nuestro campo o simpatizarán con él, ya que sólo en él hallarán remedio a sus legítimas ansias de redención integral".

El Socialista, 30 de agosto de 1924.

"Sin ser feministas, nos basta con ser socialistas. (...) Las que en la casa, en el taller, en la fábrica, en la oficina, en la universidad, en el laboratorio, o e la escuela o en la mina se enorgullecen de ser trabajadoras, no precisarán que las hablemos de feminismo, ni de los problemas artificiosos de la superioridad entre los dos sexos para que nos escuchen, para que nos sigan, para que vengan con nosotros a las filas del Socialismo, cuando las invitemos a que nos ayuden en la tarea de dar realidad a las reivindicaciones que constituyen la esencia humana y liberadora del Socialismo mundial. Por eso, porque conocemos el buen sentir de la mujer, su fina perspicacia, su amor a los hijos, que son los hombres del porvenir, estamos convencidos de que la mujer española será dentro de muy poco tiempo socialista cristalizando en este ideal su amor a la paz, a la cultura y al bienestar de la Humanidad".

"Editorial: Feminismo no, Socialismo", El Socialista, 1 de septiembre de 1924.

martes, 20 de octubre de 2015

Votar para salvar la Patria.

"Ir a votar no significa abandono de la casa, a no ser que se pretenda que la mujer guarde la casa como el carcelero la cárcel. (...) ¿Que no debe bajar al campo revuelto de la política? Pero, ¿no hemos quedado en que es el ángel de paz? Dejad, pues, que baje a ese campo revuelto y deje sentir su pacificadora influencia. Para ir a depositar su voto en la urna una vez cada dos años, ni necesita la mujer abandonar la casa, ni bajar a ningún campo, ni correr el peligro de ser arrebatada por ningún torbellino; todo eso son fantasmas, espantajos pueriles para cohonestar de alguna manera lo que no se puede defender en serio".

C. Lario: "El voto de la mujer", La Mujer y el Trabajo, 1923.

"No todas miramos a las urnas con los mismos ojos; (...) todas miramos en ellas la defensa de nuestros derechos de mujeres y de obreras, injustamente vejados y pisoteados; pero, creedlo, unas miran con la mirada roja del odio y de la venganza, creyendo es llegada la hora de echar por tierra, valiéndose de la urna, la Religión, la propiedad, la autoridad, la Patria; y lo digo con orgullo: la mayoría, las católicas, las obreras del orden, vemos, sí, el medio que nos depara la Providencia para barrer mucha inmundicia y acabar con muchas injusticias; pero siempre dejando a salvo principios tan sólidos como la Religión, la propiedad y la Patria, base firme de nuestra grandeza de ayer, fundamento de nuestro esplendor de mañana, explicación de nuestro bienestar de siempre".

Mercedes Quintanilla: Mítin de Acción Católica de Mujeres organizado en Madrid, 28 de junio de 1924.


lunes, 19 de octubre de 2015

Ciudad frontera (II).

"Madrid está rodeado de suburbios en donde viven peor que en el fondo de África un mundo de mendigos, de miserables, de gente abandonada (...). ¿Quién se ocupa de ellos? Nadie, absolutamente nadie. Yo he pasado noches por las Injurias y las Cambroneras, he alternado con la golfería de las tabernas de las Peñuelas y de los merenderos de los Cuatro Caminos y de la carretera de Andalucía. He visto mujeres abandonadas en las cuevas del Gobierno Civil y hombres echados desnudos al calabozo. He visto golfos andrajosos salir gateando de las cuevas del cerrillo de San Blas y les he contemplado cómo devoraban gatos muertos (...). He visto asilos que son la parodia más terrible de la caridad; hospitales en donde los enfermos mueren abandonados (...). Y no he visto a nadie que se ocupara en serio de tanta tristeza, de tanta laceria. ¿Es egoísmo monstruoso o es olvido? No sé. Sólo sé que entre los miserables y los poderosos hay una muralla tan alta que los unos no se enteran de lo que hacen los otros".

Pío Baroja: "Crónica. Hampa", en Diario El Pueblo Vasco, 1903.

domingo, 18 de octubre de 2015

Que la única forma de someter a los ricos era retorcerles el brazo.

"¿Pero eran realmente tan ignorantes los pobres? Uno sospecha que los molineros y comerciantes, que estaban ojo avizor con respecto a la gente y al tiempo procuraban elevar al máximo sus beneficios, conocían mejor las circunstancias que los poetastros sentados en sus escritorios. Pues los pobres tenían sus propias fuentes de información. Trabajaban en los puertos. Transportaban las barcazas a lo largo de los canales. Conducían los carros y manejaban las barreras de peaje. Trabajaban en los graneros y molinos... Con frecuencia conocían los hechos locales mucho mejor que la gentry; en muchas acciones fueron derechos a las provisiones de grano escondidas cuya existencia habían negado, de buena fe, los jueces de paz. Si es cierto que los rumores iban muchas veces más allá de todo límite, tenían siempre al menos su raíz en una ligera base de realidad. Los pobres sabían que la única forma de someter a los ricos era retorcerles el brazo".

E. P. Thompson: "La economía moral de la multitud".

martes, 13 de octubre de 2015

Ojo, pues, con las hembras del siglo XX.

“De los relatos de la Prensa se desprende que ‘nuestra Tosca’ de rompe y rasga se veía asediada por un ‘Scarpia’, que no le dejaba á sol ni á sombra. El hombre pertenecía al grupo repugnante de buenos mozos que tanto contingente han dado á los procesos pasionales. «Soy hombre, soy el más fuerte, y la mujer á quien yo deseo tiene que ceder por grado o por fuerza á mi capricho». Pero esta vez al injusto forzador le ha salido el tiro por la culata. La hembra brava á quien Alfonso Fernández perseguía con continuas amenazas, ha sabido deshacerse de su enemigo. No está de más que estos salteadores de corazones, que piden favores amorosos como el mendigo del Gil Blas limosna, se encuentren alguna vez con la horma de su zapato.

Este sangriento suceso ‘fin de siglo’ tiene, además, una gran significación: es una manifestación del feminismo, una prueba de que la mujer no se resigna á ser la esclava del varón, y de que si en las esferas de la inteligencia puede luchar con los hombres, en el terreno de la fuerza puede también vencerlos ‘de navaja á navaja y de puño á puño’.

Ojo, pues, con las hembras del siglo XX, que, como se ve por la muestra, vienen pegando”.

Diario La Época, 3 de enero de 1901.

lunes, 31 de agosto de 2015

San Lunes.

"Parece ser que, de hecho, San Lunes era venerado casi universalmente dondequiera que existieran industrias de pequeña escala, domésticas y a domicilio; se observaba generalmente en las minas, y alguna vez continuó en industrias fabriles y pesadas*. Se perpetuó en Inglaterra hasta el siglo XIX -y en realidad hasta el XX- por razones complejas de índole económica y social. En algunos oficios, los pequeños patronos aceptaron la institución y emplearon los lunes para tomar o entregar trabajo.

*Epecialmente en las minas. Un viejo minero de Yorkshire me dice que en su juventud era costumbre, en las buenas mañanas de lunes, echar una moneda al aire para decidir si se iba o no a trabajar.

(...) La tentación de ahorrarse unas horas por la mañana, prolongaba el trabajo hasta la noche, horas iluminadas por velas. De pocos oficios se dice que no hagan honor a San Lunes: zapateros, sastres, carboneros, trabajadores de imprenta, alfareros, tejedores, calceteros, cuchilleros, todos los cockneys. A pesar del pleno empleo de muchos oficios en Londres durante las guerras napoleónicas, un testigo se lamentaba de que vemos que se guarda San Lunes tan religiosamente en esta gran ciudad (...) generalmente seguido de un San Martes también".

E. P. Thompson: "Tiempo, disciplina de trabajo y capitalismo industrial".


jueves, 27 de agosto de 2015

La esquina es de quien la trabaja.

"Mientras hoy un sector del feminismo arrimado a las instituciones y que ha imitado la estrategia del lobby de las líderes antipornografía de principios de los ochenta conspira, esta vez para tratar de prohibir la prostitución, trabajadoras del sexo en todo el mundo se afanan en enseñar a las putas más vulnerabilizadas a cuidar de ellas mismas, como Annie Sprinkle, Sharon Mitchell o las italianas Carla Corso y Pia Covre con su programa Stella Pollare. Las abolicionistas de la prostitución consideran que las putas son las víctimas cardinales del patriarcado, sin embargo, no solo no velan por su seguridad sino que además combaten a quienes sí cuidan de ellas. Con las putas pasa algo sorprendente: socialmente son consideradas las únicas víctimas que merecen su castigo".

Itziar Ziga: Malditas. Una estirpe transfeminista.



miércoles, 26 de agosto de 2015

De la desposesión del tiempo de vida.

"Allí trabajábamos mientras pudiéramos ver en el verano, y no sé decir a qué hora parábamos. Nadie sino el patrón y su hijo tenía reloj, y no sabíamos la hora. Había un hombre que tenía reloj (...). Se lo quitaron y lo pusieron bajo custoria del patrón porque había dicho a los hombres la hora".

Alfred [S. Kydd]: History of the Factory Movement, 1857.

"En realidad no había horas regulares: patronos y administradores hacían con nosotros lo que querían. A menudo se adelantaban los relojes de las fábricas por la mañana y se atrasaban por la tarde; y en lugar de ser instrumentos para medir el tiempo, se utilizaban como capotes para el engaño y la opresión. Aunque esto se sabía entre los hombres, todos tenían miedo de hablar, y entonces los trabajadores temían llevar relojes consigo, pues no era cosa rara que despidieran a cualquiera que presumiera de saber demasiado sobre la ciencia de la horología".

Anónimo: Chapters in the life of a Dundee factory boy, 1887.


martes, 25 de agosto de 2015

Que debían haber esperado doscientos años para su liberación.

"Las iniciadoras de los motines eran, con frecuencia, las mujeres. Sabemos que en 1693 una gran cantidad de mujeres se dirigió al mercado de Northampton, con "cuchillos escondidos en sus corpiños para forzar la venta del grano según su propia evaluación". En un motín contra exportación en 1737, en Poole (Dorset), se informó que los Grupos se componen de muchas Mujeres, y los Hombres las apoyan, y Juran que si alguien se atreve a molestar a alguna de las Mujeres en sus Acciones, ellas pueden levantar un Gran Número de Hombres y destruir tanto Barcos como Cargamentos. El populacho fue alzado en Stockton (Durham) en 1740 por una "Señora con un palo y una corneta". En Haverfordwest (Pembroke), en 1795, un anticuado juez de paz que intentó, con ayuda de un subalterno, luchar contra los mineros del carbón, se quejó de que las mujeres incitaban a los Hombres a la pelea, y eran perfectas furias.

(...) Un grupo de mujeres (...) fue al molino de viento de Godsen, donde, injuriando al molinero por haberles dado harina morena, se apoderaron del lienzo del tamiz con el que el molinero estaba preparando la harina de acuerdo con las normas del Decreto del Pan, y lo cortaron en mil pedazos; amenazando al mismo tiempo con tratar así todos los utensilios similares que intentase usar en el futuro de igual manera. La amazónica dirigente de esa cabalgata de sayas, ofreció después a sus colegas licor, por valor de una guinea, en la taberna de Crab Tree.

(...) Estas mujeres parecen haber pertenecido a una prehistoria de su sexo anterior a la caída, y no haber tenido conciencia de que debían haber esperado doscientos años para su liberación".

E. P. Thompson: "La economía moral de la multitud".

lunes, 24 de agosto de 2015

Porque tenemos miedo.

"En ningún momento se nos dice su nombre. Ninguno de los soldados estadounidenses que la rodeaban se habría interesado por esas sutilezas. Las únicas consideraciones relevantes eran que se trataba de una vietnamita y que era virgen. "Los chicos se la están follando por turnos", recordaba uno de los participantes, añadiendo: "Era como una manada de animales. Ninguno se daba la vuelta, ni nada. Simplemente hicimos cola y nos la follamos". Mientras este soldado "tomaba su cuerpo por la fuerza", sus compañeros, armados hasta los dientes, estaban inmóviles, mirando. Entonces, de repente, inesperadamente, la mujer sin nombre se giró hacia él. "¿Por qué me haces esto?", dijo en inglés. "Eh... ¿por qué me haces esto?"

Ésa era la pregunta que me hacía una y otra vez mientras escribía este libro: ¿por qué algunas personas se proponen humillar y torturar sexualmente a otras? El violador, y no la víctima, es el centro de este libro. La mayoría de mis amigas fueron lo suficientemente sinceras como para decir que no cogerían en sus manos un libro que se titulara Violadores. ¿Por qué no? Porque tenemos miedo".

Joanna Bourke: Los violadores. Historia del estupro desde 1860 hasta nuestros días.


sábado, 8 de agosto de 2015

Somos la Tercera Ola.

"Por aquellos meses las noticias sobre violencia contra las mujeres llenaban las televisiones y aquel círculo de amigas que compartían punk y feminismo no pudieron más. Y emprendieron su propia revuelta, anunciada en un fanzine al que llamaro Riot Grrrl.

A principios de los noventa, tras aquella reacción apisonadora de la era Reagan, en Estados Unidos trató de darse por muerto al feminismo. Se decía que las mujeres ya habían sonseguido todos los derechos que necesitaban y que la mayoría de ellas había comprendido que, fuera de su destino heteromatrimonial y maternal, eran profundamente desgraciadas. Y entonces Rebecca Walker anunció en enero de 1992 en la revista Ms. la Tercera Ola, el advenimiento de un feminismo radical, prosexo, poscolonial, no esencialista, por lo tanto queer y hermanado con la lucha transexual, contracultural. "No somos posfeministas, somos la Tercera Ola". Kathleen Hanna define el feminismo como un movimiento político de base amplia empeñado en desafiar las jerarquías de todo tipo de nuestra sociedad, incluido el sexismo, el racismo, el clasismo, el capacitismo... El movimiento Riot Grrrl era parte de ese nuevo tsunami feminista".

Itziar Ziga: Malditas. Una estirpe transfeminista.

viernes, 7 de agosto de 2015

Tened cuidado del día en que las mujeres se cansen de todo lo que les rodea.

"Yo admito que el hombre también sufre en esta sociedad maldita, pero ninguna tristeza puede compararse con la de la mujer. En la calle ella es la mercancía. En los conventos, en donde se oculta como en una tumba, la ignorancia la ata, y las reglas ascienden en su máquina como engranajes y pulverizan su corazón y su cerebro. En el mundo se dobla bajo la mortificación. En su casa, sus cargas la aplastan. Y los hombres quieren mantenerla así. Ellos no quieren que ella usurpe su función o sus títulos. Nosotras las mujeres simplemente debemos tomar nuestro lugar sin pedir permiso por ello... Tened cuidado del día en que las mujeres se cansen de todo lo que les rodea y se levanten contra el viejo mundo. Ese día un nuevo mundo comenzará".

Louise Michel.

jueves, 6 de agosto de 2015

De la lucha de clases como concepto primario.

"Parece necesario, una vez más, explicar cómo entiende el historiador -o cómo entiende este historiador- el término "clase".  (...) Clase, según mi uso del término, es una categoría histórica; es decir, está derivada de la observación del proceso social a lo largo del tiempo. (...) El uso marxista apropiado y mayoritario de clase es el de categoría histórica. (...) No obstante, ha quedado claro en años recientes que clase como categoría estática ha ocupado también sectores muy influyentes del pensamiento marxista. En términos económicos vulgares, esto es sencillamente el gemelo de la teoría sociológica positivista. De un modelo estático de relaciones de producción capitalistas se derivan clases que tienen que responder al mismo, y la conciencia que corresponde a las clases y sus posiciones relativas. En una de sus formas (...), bastante extendida, esto proporciona una fácil justificación para la política de "sustitución": es decir, la "vanguardia" que sabe mejor que la clase misma cuáles deben ser los verdaderos intereses (y conciencia) de ésta.

(...) No obstante, clase, en su uso heurístico, es inseparable de la noción de "lucha de clases". En mi opinión, se ha prestado una atención teórica excesiva (gran parte de la misma claramente ahistórica) a "clase" y demasiado poca a "lucha de clases". En realidad, lucha de clases es un concepto previo así como mucho más universal. Para expresarlo claramente: las clases no existen como entidades separadas, que miran en derredor, encuentran una clase enemiga y empiezan luego a luchar. Por el contrario, las gentes se encuentran en una sociedad estructurada en modos determinados (crucialmente, pero no exclusivamente, en relaciones de producción), experimentan la explotación (o la necesidad de mantener el poder sobre los explotados), identifican puntos de interés antagónico, comienzan a luchar por estas cuestiones y en el proceso de lucha se descubren como clase, y llegan a conocer este descubrimiento como conciencia de clase. La clase y la conciencia de clase son siempre las últimas, no las primeras, fases del proceso real histórico.

(...) De modo que, al final, ningún modelo puede proporcionarnos lo que debe ser la "verdadera" formación de clase en una determinada "etapa" del proceso. Ninguna formación de clase propiamente dicha de la historia es más verdadera o más real que otra, y clase se define a sí misma en su efectivo acontencer. (...) Las clases, en este sentido, no son más que casos especiales de las formaciones históricas que surgen de la lucha de clases".

E. P. Thompson: "¿Lucha de clases sin clases?"

miércoles, 5 de agosto de 2015

Que una mujer no dejara de señalarles con el dedo.

"Olympe de Gouges fue la única mujer guillotinada por difundir sus ideas durante la Revolución Francesa. Fue detenida y juzgada en plena persecución jacobina y la ejecutaron pocos días después que a los líderes girondinos, pero lo que nunca se le perdonó fue su osadía de intervenir en el proceso revolucionario y su agudeza al desenmascarar lo que se estaba produciendo en realidad; un mero traspaso de poderes. Aunque ha pasado a los relatos oficiales en el mejor de los casos como una reformista política, fue procesada como una antisistema. Una mujer que fue dolorosamente consciente de la oportunidad histórica que las multitudes oprimidas estaban perdiendo para cambiar radicalmente su suerte por culpa de las maquinaciones de aquellos que decían pilotar la revolución y que en realidad la traicionaron. A los líderes de aquel experimento de nuevo orden tan preocupados por mantener los privilegios masculinos y burgueses, por centralizar el poder desde París, por imponer una moral revolucionaria tan puritana, por aniquilar a sus adversarios políticos, debió exasperar profundamente que una mujer no dejara de señalarles con el dedo".

Itziar Ziga: Malditas. Una estirpe transfeminista

jueves, 23 de julio de 2015

Incansable, callejera y desbocada.

"Ella, que había nacido en Nueva York en 1951 en plena posguerra ultraconservadora y patriarcal. Ella, que con diez años ya vivía en la calle, arropada por una manada de drags queens. De origen portorriqueño-venezolano en una sociedad supremacista blanca, fue, además, puta, yonky, sin techo, transexual y activista siempre. Luchó contra la guerra del Vietnam, a favor de los derechos de las mujeres, de la gente sin hogar, de las adolescentes que tenían que fugarse de casa para seguir viviendo, de las lesbianas, gays y transexuales, de las trabajadoras del sexo, contra el racismo junto a las Blacks Panthers y a los Young Lords, contra la estigmatización del SIDA y de los drogodependientes.

(...) Fue incansable, callejera, desbocada. Y la encrucijada de opresiones (raza, género, clase, adecuación social...) que marcó su vida condensa mejor que nada la potencia del activismo queer. Creía en las alianzas políticas porque ella misma encarnaba la intersección de todas las segregaciones (...). Solía no perderse las manifestaciones. Una vez, cuando protestaban por la muerte de un chico negro a manos de la policía, los manifestantes afrodescendientes comenzaron a llamar maricones a la policía. Ella les dijo: no, los maricones estamos aquí con vosotros. Y cambiaron sus gritos".

Itziar Ziga: Malditas. Una estirpe transfeminista.


miércoles, 22 de julio de 2015

Las máquinas o la vida.

"El ataque a Rawfolds se ha convertido en legendario. En él tomaron parte quizá ciento cincuenta luditas: se dijo que se esperaban más, pero que los contingentes de Leeds o Halifaz no consiguieron llegar a tiempo. Dirigidos por George Mellor, un joven tundidor de un pequeño taller de acabado situado en Londroyd Bridge, cerca de Huddersfield, los luditas intercambiaron un fuego vivo con los defensores atrincherados, durante veinte minutos. Bajo la cobertura de este fuego, un pequeño grupo de martilladores y hombres armados con hachas hicieron repetidos intentos de derribar las pesadas puertas de la fábrica. Este grupo sufrió bajas importantes, al menos fueron heridos cinco, de los cuales dos -heridos mortalmente- fueron abandonados cuando los luditas se replegaron repentinamente. Se dice que su jefe, Mellor, fue el último que abandonó el campo y que no pudo ayudar a los hombres heridos puesto que estaba ayudando a trasladar a otro hombre -su propio primo- a salvo. El terreno alrededor de la fábrica quedó cubierto de mosquetes, hachas, picas y herramientas de metal.

(...)

Cientos de personas se agruparon en la calle frente a la posada donde los hombres yacían moribundos. Se encontraron manchas de aqua fortis (utilizada, quizá, para cauterizar) en sus camas y se creyó que les habían torturado para que revelaran información. Se cree que Roberson se inclinó sobre el lecho de uno de ellos, John Booth, hijo de un pastor anglicano, que tenía diecinueve años, a la espera de una confesión final. En el momento de su muerte, el joven Booth le hizo señas a Roberson: '¿Puede usted guardar un secreto?'. 'Sí, sí - respondió impaciente Roberson-, puedo'. 'Yo también', le replicó Booth, y poco después murió".
E. P. Thompson: La formación de la clase obrera en Inglaterra.

martes, 21 de julio de 2015

Otras mujeres me creerán.

"Cuando un hombre dice la verdad, es la verdad. Y cuando como mujer digo la verdad, siento que tengo que negociar la manera en que me percibirán. Siento que siempre está la sospecha alrededor de la verdad de una mujer, la idea de que estás exagerando. Tengo miedo de que finalmente daré un paso al frente, contaré la verdad y alguien dirá: ah, no le creo. Si no me hubiera admitido a mí misma el abuso sexual que he vivido en mi vida, y no fue solamente algo que sucedió cuando era una niña. También cómo me trataba mi padre y más cosas. Fueron cosas diferentes. Nunca le quería contar la historia completa a nadie porque sonaba loco. Parecía un problema muy complicado. ¿Quién iba a creerme? Y luego pensé: otras mujeres me creerán".

Kathleen Hanna: The punk singer.

lunes, 20 de julio de 2015

Una revolución protagonizada por las mujeres.

"La francesa fue una revolución protagonizada por las mujeres, sobre todo en su estallido, aunque en pocos años resultaron sus grandes vencidas. La noche del 5 de octubre de 1789 una multitud de mujeres armadas que había salido desde París marchaba sobre Versalles. Las crónicas más reaccionarias de la época llamaban a la inmensa turba femenina Las Furias y fueron descritas como prostitutas borrachas y sucias. Pero no solo había mujeres, también algunos hombres travestidos, probablemente para aparentar una muchedumbre menos amenazante y así alcanzar su objetivo. Aunque también hay registros de la época que contabilizan a quienes hoy llamaríamos transexuales. Las putas parisinas participaron activamente en la Revolución, hasta que fueron expulsadas por los nuevos poderes de la vida política, incluso de las calles. Pero que Las Furias fueran identificadas como prostitutas demuestra, sobre todo, el modo en que el estigma puta se arroja siempre sobre las mujeres en rebeldía. Algo borrachas podían estar, en aquellos tiempos no era tan accesible el agua potable. Sucias, qué decir, a las pobres siempre se nos hermana con la mugre. Tampoco podían llegar a Versalles demasiado impecables tras recorrer veinte kilómetros de caminos embarrados en una madrugada de otoño y bajo la lluvia.

(...) En plena etapa del Terror, cuando todo se resolvía bajo el filo de la gillotina, a las mujeres políticamente activas no se les perdonó que discutieran. Fueron traicionadas por todos, por todas las fracciones revolucionarias. En esto sí que se pusieron de acuerdo: las mujeres, a casa.

(...) Los jacobinos identificaron la libertad sexual con los desmanes monárquicos y la Revolución se volvió puritana. Echaron a las putas de las calles a pesar de que fueron muy visibles y activas en las protestas. La historia nos demuestra que los periodos en que se persigue a las putas son siempre letales para la libertad de todas las mujeres. Prohibieron los libros e imágenes "licenciosas" contraviniendo esa libertad de expresión que ellos mismos habían prometido en su flamante declaración de derechos. Célebre es la imagen de Napoleón lanzando a las llamas Justine, del Marqués de Sade. Si al principio de la Revolución se despenalizó la homosexualidad, después sería perseguida. E ilegalizaron el carnaval. Impedir al pueblo que se disfrace no suele coincidir tampoco con buenos tiempos para las libertades".

Itziar Ziga: Malditas. Una estirpe transfeminista.