jueves, 6 de agosto de 2015

De la lucha de clases como concepto primario.

"Parece necesario, una vez más, explicar cómo entiende el historiador -o cómo entiende este historiador- el término "clase".  (...) Clase, según mi uso del término, es una categoría histórica; es decir, está derivada de la observación del proceso social a lo largo del tiempo. (...) El uso marxista apropiado y mayoritario de clase es el de categoría histórica. (...) No obstante, ha quedado claro en años recientes que clase como categoría estática ha ocupado también sectores muy influyentes del pensamiento marxista. En términos económicos vulgares, esto es sencillamente el gemelo de la teoría sociológica positivista. De un modelo estático de relaciones de producción capitalistas se derivan clases que tienen que responder al mismo, y la conciencia que corresponde a las clases y sus posiciones relativas. En una de sus formas (...), bastante extendida, esto proporciona una fácil justificación para la política de "sustitución": es decir, la "vanguardia" que sabe mejor que la clase misma cuáles deben ser los verdaderos intereses (y conciencia) de ésta.

(...) No obstante, clase, en su uso heurístico, es inseparable de la noción de "lucha de clases". En mi opinión, se ha prestado una atención teórica excesiva (gran parte de la misma claramente ahistórica) a "clase" y demasiado poca a "lucha de clases". En realidad, lucha de clases es un concepto previo así como mucho más universal. Para expresarlo claramente: las clases no existen como entidades separadas, que miran en derredor, encuentran una clase enemiga y empiezan luego a luchar. Por el contrario, las gentes se encuentran en una sociedad estructurada en modos determinados (crucialmente, pero no exclusivamente, en relaciones de producción), experimentan la explotación (o la necesidad de mantener el poder sobre los explotados), identifican puntos de interés antagónico, comienzan a luchar por estas cuestiones y en el proceso de lucha se descubren como clase, y llegan a conocer este descubrimiento como conciencia de clase. La clase y la conciencia de clase son siempre las últimas, no las primeras, fases del proceso real histórico.

(...) De modo que, al final, ningún modelo puede proporcionarnos lo que debe ser la "verdadera" formación de clase en una determinada "etapa" del proceso. Ninguna formación de clase propiamente dicha de la historia es más verdadera o más real que otra, y clase se define a sí misma en su efectivo acontencer. (...) Las clases, en este sentido, no son más que casos especiales de las formaciones históricas que surgen de la lucha de clases".

E. P. Thompson: "¿Lucha de clases sin clases?"

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