martes, 25 de agosto de 2015

Que debían haber esperado doscientos años para su liberación.

"Las iniciadoras de los motines eran, con frecuencia, las mujeres. Sabemos que en 1693 una gran cantidad de mujeres se dirigió al mercado de Northampton, con "cuchillos escondidos en sus corpiños para forzar la venta del grano según su propia evaluación". En un motín contra exportación en 1737, en Poole (Dorset), se informó que los Grupos se componen de muchas Mujeres, y los Hombres las apoyan, y Juran que si alguien se atreve a molestar a alguna de las Mujeres en sus Acciones, ellas pueden levantar un Gran Número de Hombres y destruir tanto Barcos como Cargamentos. El populacho fue alzado en Stockton (Durham) en 1740 por una "Señora con un palo y una corneta". En Haverfordwest (Pembroke), en 1795, un anticuado juez de paz que intentó, con ayuda de un subalterno, luchar contra los mineros del carbón, se quejó de que las mujeres incitaban a los Hombres a la pelea, y eran perfectas furias.

(...) Un grupo de mujeres (...) fue al molino de viento de Godsen, donde, injuriando al molinero por haberles dado harina morena, se apoderaron del lienzo del tamiz con el que el molinero estaba preparando la harina de acuerdo con las normas del Decreto del Pan, y lo cortaron en mil pedazos; amenazando al mismo tiempo con tratar así todos los utensilios similares que intentase usar en el futuro de igual manera. La amazónica dirigente de esa cabalgata de sayas, ofreció después a sus colegas licor, por valor de una guinea, en la taberna de Crab Tree.

(...) Estas mujeres parecen haber pertenecido a una prehistoria de su sexo anterior a la caída, y no haber tenido conciencia de que debían haber esperado doscientos años para su liberación".

E. P. Thompson: "La economía moral de la multitud".

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