martes, 31 de enero de 2017

Que las verdades masculinas son solo verdades para la clase burguesa.

"La nueva mujer soltera es hija del sistema económico capitalista. (...) La mujer no tiene otro remedio que adaptarse rápidamente a las condiciones transformadoras de su existencia, a revisar a toda prisa las verdades morales que le proporcionaron las abuelas del pasado. Con sorpresa, advierte toda la inutilidad del peso moral con que le han cargado en la senda de la vida. las virtudes femeninas que durante siglos han cultivado en ella -pasividad, sumisión, dulzura- se revelan enteramente superfluas, inservibles, perjudiciales. La severa realidad exige otras virtudes; actividad, firmeza, decisión, dureza, es decir, "virtudes" que hasta hoy se han tenido por propiedad exclusiva del hombre. (...) En esta adaptación presurosa a las nuevas condiciones de existencia, la mujer comprende y asimila a menudo, sin críticas; las verdades masculinas que, contempladas más de cerca, vemos que sólo son verdades para la clase burguesa. (...) El mundo capitalista no concede perdón sino a las mujeres que han conseguido rechazar las virtudes femeninas y asimilar la filosofía de la lucha por la vida que le es propia al hombre".

Alejandra Kolontai: "La nueva mujer", 1918.

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