"Con el tiempo, cuando las modas cambiaban en la sociedad, a menudo era en los mejores prostíbulos donde se introducía un estilo. Ya he dicho cómo las cortesanas fueron las primeras en ponerse bragas, unas cosas grandes y holgadas con aberturas por delante y por detrás para las cuestiones naturales de la mujer. Ellas también popularizaron las medias de rayas y los polvos para el cuerpo y la cara. El hábito de afeitarse las axilas también fue una innovación de prostíbulo. Nunca me gustó. A la mayoría de los hombres tampoco. Hay algo sensual en el vello picante de una axila. Pero la moda predominó sobre la tradición, se podría decir, y el afeitado se instauró".
Nell Kimbal: Memorias de una madame americana.
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