"El hombre de la mayoría de los cuentos de hadas, el príncipe azul, en realidad no es muy interesante. En la mayoría de cuentos de hadas, tiene un atractivo insulso y casi nunca muestra mucha personalidad, gusto o inteligencia. Se supone que debemos conformarnos porque es el príncipe azul y encantador. Se supone que con su encanto basta.
Las versiones Disney de los cuentos de hadas, probablemente las más conocidas, no presentan una gran oferta en lo que a príncipes se refiere. En La sirenita, el príncipe Eric tiene una gran mujer delante de sus narices, pero está tan obsesionado con una voz hermosa que escuchó una vez que no es capaz de valorar lo que tiene. En Blancanieves, el príncipe ni siquiera encuentra a Blancanieves hasta que está comatosa, y tiene tan poca imaginación que se enamora sin más de su cuerpo aparentemente exánime. En La bella y la bestia, Bella es entregada a la Bestia por su propio padre, y luego tiene que soportar las atenciones de un hombre que básicamente la ve como un mueble. Tendrá que sacrificarse y amar a una bestia de hombre para descubrir al final que en realidad es un apuesto príncipe.
Lo que tienen los cuentos de hadas es que la princesa encuentra a su príncipe, pero normalmente debe pagar un precio. Hace falta un compromiso para ser felices para siempre. En el cuento de hadas es la mujer quien suele pagar el precio. Parece que esa es la naturaleza del sacrificio".
Roxane Gay: Mala feminista.
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