viernes, 29 de mayo de 2015

Contra la situación que hace posible que el hombre nos oprima.

"Las mujeres que participan en las primeras jornadas catalanas de la mujer tanto las que militan en partidos políticos y organismos unitarios como las que no, denunciamos la carencia de interés, por parte de estas organizaciones, hacia los problemas específicos de la mujer (...).

Pensamos que, siendo indispensable la autonomía del feminismo como organización reivindicativa, es sólo mediante la presencia activa y teórica de la mujer en las estructuras y programas encargados de encauzar las reivindicaciones sociales, como podrían lograrse sus objetivos. Nuestra lucha como mujeres no debe ser una lucha contra el sexo masculino, sino contra la situación que hace posible que el hombre nos oprima, contra las estructuras que mantienen el poder de decisión, configuración y actuación en manos exclusivamente masculinas".

Jornadas Catalanas de la Mujer, mayo de 1976.

domingo, 24 de mayo de 2015

Las dignas.

"Los peones de los campos de la Patagonia argentina se habían alzado en huelga, contra los salarios cortísimos y las jornadas larguísimas, y el ejército se ocupó de restablecer el orden.

Fusilar cansa. En esa noche del 17 de febrero de 1922, los soldados, exhaustos de tanto matar, fueron al prostíbulo del puerto de San Julián, a recibir su merecida recompensa.

Pero las cinco mujeres que allí trabajaban les cerraron la puerta en las narices y les corrieron al grito de asesinos, asesinos, fuera de aquí...

Osvaldo Bayer ha guardado sus nombres. Ellas se llamaban Consuelo García, Ángela Fortunato, Amalia Rodríguez, María Juliache y Maud Foster.

Las putas. Las dignas".

Educardo Galeano: Mujeres.


viernes, 22 de mayo de 2015

El espacio no es inocente.

“(…) Todos los hechos históricos acaban tomando sentido al situarlos en el espacio urbano (…). La relevancia del dónde, el arraigo material de los hechos históricos en puntos concretos de un espacio activo, vivo y diferenciado, se convierte si se quiere en lo fundamental”.

José Luis Oyón y Marta Serra: "Historia urbana: el espacio no es inocente".

"El espacio público nunca es un puro ámbito de racionalidad, de confrontación lógica de "logos", o un comercio de discursos entre los que los ciudadanos escogerían racionalmente. Siempre es, al mismo tiempo, una forma de mercado identitario, de estructura de exhibición y de ofertas en la que, a través de los discursos políticos, el flujo de información, los productos culturales e incluso las modas, circulan modelos de realización, la valoración de comportamientos de panoplias identitarias a partir del que, en una mezcla constante de racionalidad y afectos, se realizan procesos de construcción de colectivos, de combinatorias del "yo" y del "nosotros"".

Armand Mattelart y Érik Neveu: Introducción a los estudios culturales.

miércoles, 20 de mayo de 2015

La puta como la otra.

"Una de las paradojas y fundamentos del discurso de los partidarios de la reglamentación fue el de crear, estigmatizar y marginar a la prostituta con el proósito de construir un contra-modelo que permitiese a la mujer "honesta" definirse, configurar su propia identidad. Tanto para las mujeres como para los hombres, las prostitutas ocuparon una posición ambigua y de profundo simbolismo en un imaginario paisaje urbano. Las mujeres de clase media organizaron su identidad en torno a la figura de la mujer caída, la mayoría de ellas aceptó a la prostituta como una "otra" degradada, como signo de una alternativa sexual envilecida frente a la feminidad basada en la maternidad y lo doméstico".

Matilde Cuedas: Las mujeres prostitutas en el Madrid del siglo XIX: control, espacios y formas de vida.


martes, 19 de mayo de 2015

La ficción de los empleados cooperadores.

"A la realidad de una competencia cada vez más feroz, el neomanagement opone la ficción de que, en el trabajo en equipo moderno, los empleados no compiten realmente los unos contra los otros. A esta ficción se le añade otra, aún más importante, a saber: que los obreros y los patrones no son antagónicos. El patrón gestiona más bien un proceso de grupo. Es un “líder”, para emplear la palabra más astuta del léxico moderno del management. 

(...)

Durante su trabajo sobre las cadenas de montaje de la fábrica Subaru-Isuzu, la socióloga Laurie Graham observó que la metáfora del equipo se usaba en todos los niveles de la empresa. Descubrió gente oprimida de manera particular por la superficialidad misma de las ficciones del trabajo en equipo. (...) La ficción de los empleados cooperadores servía a la campaña incesante de la empresa para mejorar siempre la productividad. (...) La empresa recurre a esta ficción de la comunidad en el trabajo a fin de justificar su feroz resistencia a los sindicatos; por añadidura, la ficción comunitaria contribuye a justificar la existencia de una empresa japonesa que repatría beneficios obtenidos en América".

Christian Salmon: Storytelling: la máquina de fabricar historias y formatear las mentes.

lunes, 18 de mayo de 2015

Desmitificar al violador.

"Los perpetradores de abusos sexuales tienen una historia. Desmitificando la categoría del violador podemos hacer que éste resulte menos aterrador y más suceptible al cambio. Mediante la invención de una nueva política de la masculinidad, podemos crear un futuro en el que la violencia sexual ya no sea inevitable".

"La inmensa mayoría de los que cometen abusos sexuales son hombres. Las víctimas, la matoría de las cuales son mujeres, cuentan sus historias en este texto, pero sería un error explorar la violencia cometida predominantemente por hombres estudianto a las mujeres a las que hieren. Hacer eso supondría contribuir a una larga tradición en la que se ha culpado a las mujeres por las violaciones que han sufrido. También supondría fomentar la ilusión de que el peligro sexual merodea por los espacios sociales como una especie de germen sin capacidad de acción que una mujer puede "coger". El violador no es un "virus social". Es humano".

Joanna Bourke: Los violadores. Historia del estupro desde 1860 hasta nuestros días.

jueves, 14 de mayo de 2015

La cultura occidental da asco (II).

"El acto sexual es básicamente un acto de violencia realizado por el hombre. Nuestros antepasados remotos (pues parece que podemos suponer, sin temor a equivocarnos, que este rasgo animal era dominante en nuestros antepasados originarios) perseguían a la mujer que querían, la mujer oponía resistencia, o fingía hacerlo; era reducida y poseída a la fuerza (...). Es probable que la renuencia de la mujer sea simplemente un mecanismo para intensificar la agresividad del hombre y aumentar, de ese modo, el ardor de su cortejo. Es perfectamente posible que la Naturaleza invistiera a la humanidad con este desafío y esta agresividad con el fin de garantizar que solamente procrearan los especímenes más fuertes".

Walter Braun, 1967.