miércoles, 20 de mayo de 2015

La puta como la otra.

"Una de las paradojas y fundamentos del discurso de los partidarios de la reglamentación fue el de crear, estigmatizar y marginar a la prostituta con el proósito de construir un contra-modelo que permitiese a la mujer "honesta" definirse, configurar su propia identidad. Tanto para las mujeres como para los hombres, las prostitutas ocuparon una posición ambigua y de profundo simbolismo en un imaginario paisaje urbano. Las mujeres de clase media organizaron su identidad en torno a la figura de la mujer caída, la mayoría de ellas aceptó a la prostituta como una "otra" degradada, como signo de una alternativa sexual envilecida frente a la feminidad basada en la maternidad y lo doméstico".

Matilde Cuedas: Las mujeres prostitutas en el Madrid del siglo XIX: control, espacios y formas de vida.


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