sábado, 8 de octubre de 2016

Marilyn Monroe o la imagen de la feminidad vencida.

"Los esfuerzos por silenciar la voz femenina en los films norteamericanos han sido una característica perenne del cine en los periodos de reacción. Las palabras de una mujer independiente y franca, Mae West, provocaron el reaccionario Código de Ética de Producción de 1934. Era su lengua cáustica, no su conducta sexual, lo que desencadenó esas regulaciones de censura que prohibían el sexo premarital y ponían en vigencia el matrimonio (aunque permitían las escenas de violación) en la pantalla hasta fines de la década del '50. West enfureció a los guardianes de la moralidad nacional (...) porque les contestaba a los hombres en sus films y, lo que era aun peor, según sus propias palabras, porque escribía sus propios diálogos. Defiéndete, o terminarás hecho un felpudo, le dice West al león al que domestica en I'm No Angel [No soy un ángel], resumiendo su propia filosofía. En la década del '30 ella misma terminaría como un felpudo, junto con otras estrellas sumamente independientes de la época: Marlene Dietrich, Katharine Hepburn, Greta Garbo, Joan Crawford y West fueron todas declaradas oficialmente "veneno para la boletería" en una lista publicada por el presidente de Propietarios de Teatros Independientes de Norteamérica. Las palabras de West eran consideradas tan ofensivas que incluso fue prohibida en la radio.

(...) Para la década del '50 se había impuesto la imagen de la feminidad vencida, siendo su emblema una Marilyn Monroe de rodillas juntas y voz susurrante, una especie de "dama de la oscuridad" después de la lobotomía, que ya no discutía las órdenes del médico. Las mujeres fuertes eran desplazadas por muchachas buenas como Debbie Reynolds y Sandra Dee. Las mujeres fueron finalmente silenciadas en el cine de la década del '50 mediante su ausencia de las mayores películas de la época, de A la hora señalada a Shane, The Killing [La matanza] y Twelve Angry Men [Doce hombres airados]. En la década del '50, como escribió la crítica de cine Molly Haskell, No sólo había menos films sobre mujeres emancipadas que en las décadas del '30 y del '40, sino que había menos films sobre mujeres. Mientras las mujeres eran relegadas a películas irrelevantes acerca del modo de pescar un marido, los hombres escapaban a un paisaje sin mujeres. Con el telón de fondo de las trincheras bélicas y el Oeste norteamericano, triunfaban al fin, si no sobre sus esposas, al menos sobre indios y nazis".

Susan Faludi: Reacción. La guerra no declarada contra la mujer moderna.

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