lunes, 17 de octubre de 2016

Que nuestra especialidad es la auto-anulación.

"Al distribuir los beneficios, la liberación de las mujeres le ha dado a mi generación ingresos altos, nuestro propio cigarrillo, la opción de ser madres solteras, centros para las crisis por violación, líneas de crédito personales, el amor libre y ginecólogas mujeres, escribe Mona Charen, joven estudiosa del derecho en la National Review, en un artículo titulado "El error feminista". A cambio, nos ha quitado efectivamente aquello en lo que se apoya la felicidad de la mayoría de las mujeres: los hombres. La National Review es una publicación conservadora, pero esos cargos contra el movimiento de las mujeres no se limitan a sus páginas. Nuestra generación fue el sacrificio humano al movimiento femenino, afirma la autora Elizabeth Mehren en una nota al fondo de Los Angeles Times. Las mujeres del "auge de los bebés" (los niños nacidos en la década de 1940) como ella, observa, han sido engañadas por el feminismo: Creímos en la retórica. En Newsweek, la autora Kay Ebeling tilda al feminismo de "Gran Experimento que fracasó" y asevera: las mujeres de mi generación, las perpetradoras, son las víctimas. Lo dicen incluso las revistas de belleza: Harper's Bazaar acusa al movimiento femenino de haber perdido terreno (para las mujeres) en lugar de ganarlo".

Susan Faludi: Reacción. La guerra no declarada contra la mujer moderna.

"De todos los enemigos de la mujer, os digo que los peores son los que insisten en que la mujer es un ángel. Decir que la mujer es un ángel es imponerle, de una manera sentimental y admiradora, todos los deberes, y reservar para sí mismo todos los derechos; es presuponer que su especialidad es la auto-anulación, resignación y sacrificio; es sugerirle que la gloria mayor de una mujer, su mayor felicidad es inmolarse por las personas que quiere; (...) es decir que ella responderá al absolutismo con sumisión, a la brutalidad con docilidad, a la indiferencia con la ternura, a la inconstancia con la fidelidad, al egoísmo con la devoción".

María Deraismes.

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