miércoles, 1 de abril de 2015

Ni la tierra ni las mujeres somos territorio de conquista.

"Las metáforas sexuales y de raza han sido utilizadas para representar las relaciones de poder entre colonizadores y colonizados: mientras que las tierras por conquistar sufrían un proceso de exotización y de feminización, las mujeres africanas aparecían como un botín de guerra para los soldados italianos. En 1937 Filippo Tomaso Marinetti describía África como un territorio ricco di ondulazioni femminili (rico de ondulaciones femeninas) y las cuevas y los tucul rastreados por los soldados como affumicati uteri montani da vistare ginecológicamente (montañosos úteros ahumados por visitar ginecológicamente). La posesión del cuerpo de las mujeres negras coincidía con la conquista del territorio colonial - un territorio "virgen" a "penetrar" - y la satisfacción del deseo masculino coincidía con la victoria militar del fascismo.

(...)

Desde que hace un tiempo, a partir de los años sesenta, la comunidad afroamericana se ha reapropiado orgullosamente del término "negro", la cultura de masas ha comenzado a ofrecer ima´genes ambiguamente deseables de la belleza negra. (...) Bellísimas imágenes de mujeres negras han aparecido incluso en las portadas de las revistas italianas, proclamando l'attrazione dell'altro colore (la atracción del otro color) y explicando perché gli uomini preferiscono il nero (por qué los hombres prefieren el negro). Por lo demás, ya los viajeros de siglos pasados describían las poblaciones colonizadas con una mezcla de atracción y repulsión atribuyéndoles costumbres sexuales salvajes y animalescas que debían servir para afirmar su superioridad, justificando las políticas imperialistas. (...) En el imaginario europeo, África y las Américas se habían convertido en "porno-trópicos": la quintaesencia de la aberración sexual, del exceso y de la anomalía.

(...) El sueño exótico del África y la expectativa de los encuentros eróticos (...) habían demostrado ser un instrumento eficaz para reclutar a las tropas. Las relaciones sexuales en las colonias permitían dejar a un lado cualquier impedimento moral, ya que como ser inferior, la mujer negra podía hacer aquello que le era prohibido a la blanca de la madre patria. (...) Las mujeres negras - a las cuales se atribuía una sexualidad desenfrenada y animalesca - fueron consideradas por los soldados italianos tan solo como madames o prostitutas, que se contraponían a las mujeres blancas - angeli del focolare y novias prolíficas y ejemplares - consideradas como "úteros lictores" al servicio de la "raza" y del imperio".

Sonia Sabelli: "La herencia del colonialismo en las representaciones contemporáneas del cuerpo negro femenino".

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