lunes, 1 de junio de 2015

Del miedo a perder los privilegios.

"Las feministas como ella, creía él, padecían identificaciones proyectivas narcisistas típicas de mujeres con múltiples fijaciones pregenitales, especialmente de aquellas que no han resuelto el golpe narcisista que supone carecer de un órgano especialmente visible. Esta rebelión contra el padre primordial en realidad tenía que ver con un deseo de castrar a todos los hombres. Su narcisismo y su envidia de pene las mantenía atrapadas en la etapa edípica del desarrollo, defendiendo siempre a la madre como víctima frente al padre como opresor. (...) Detrás de la ideología feminista acechaba una orientación homosexual latente o real. Intentaban "atraer" a otras mujeres a una forma real o simbólica de lesbianismo.

Las mujeres feministas eran el objeto de los mayores ataques, pero Schoenewolf también criticaba severamente a los compañeros de viaje masculinos de éstas. Estos hombres habían sido evidentemente incapaces de conservar sus "facultades críticas" y padecían un grave caso de narcisismo masculino y de angustia de castración".

Joanna Bourke: Los violadores. Historia del estupro desde 1860 hasta nuestros días.

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