jueves, 23 de junio de 2016

La privatización de los saberes de las mujeres.

"Con el tiempo la gente fue aceptando la intervención de los expertos y sus conocimientos especializados en la crianza, un terreno que hasta ese momento estaba dominado por saberes tradicionales. Pero, al menos al comienzo, no fue un proceso particularmente amigable. La pediatría y otras profesiones asistenciales desarrollaron un creciente control del cuidado del bebé (...). En el campo del cuidado obstétrico se forzó la medicalización de la atención al parto y se prohibió el ejercicio a matronas de formación no reglada. Los médicos decidieron que las matronas estaban ejerciendo intrusismo profesional en un cambio en el que ellos debían ser los expertos. El resultado, contra lo que cabría imaginar, fue un repunte de la mortalidad en los partos: el hecho de que los médicos, todos ellos varones, carecieran de la menor formación práctica y basaran sus intervenciones en delirantes suposiciones especulativas fue considerado un inconveniente menor.

(...) La irrupción de los expertos (...) se retroalimentó con algunos de los efectos del proceso de modernización. El cauce de transmisión de los saberes en las comunidades tradicionales son los propios vínculos densos que caracterizan estas sociedades. Las mujeres aprendían a cuidar a los niños desde muy jóvenes en su familia y en sus círculos de afinidad, y a menudo gestionaban estos conocimientos con bastante autonomía. La individuación moderna eliminó las condiciones sociales que hacían posible este proceso de enseñanza y aprendizaje. Y el auge de los expertos terminó por borrar hasta su recuerdo. En el transcurso de unas pocas generaciones, la intervención del especialista pasó de verse como una injerencia -en algunos casos bienvenida, en otros impuesta- a percibirse como una necesidad. Una vez que las artes tradicionales de la buena crianza quedaron olvidadas, las mujeres empezaron a buscar ansiosamente el consejo de expertos que las ayudaran a criar a sus hijos".

Carolina del Olmo: ¿Dónde está mi tribu? Maternidad y crianza en una sociedad individualista.

1 comentario:

  1. Cierto que es bueno tener ayuda y que esté controlado los partos, porque antes se morían muchas mujeres y niños por complicaciones, pero se ha pasado a la dependencia total de ellos, las medicinas otro gran error porque no hay ya control solo negocios de las grandes farmaceúticas. En fín que por una parte ayudó y por otra ese apego con las tradiciones se acabó, lástima.

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