"Yo no pertenezco a ese feminismo. Al feminismo de las chicas buenas, blancas, europeas, arrogantes, solventes y decentes. Yo estoy con las putas, no con las que quieren salvarlas y son cómplices silenciosas de su acorralamiento policial y social. (...) La segregación entre chicas buenas y chicas malas es imprescindible para que todas las mujeres sirvamos al patriarcado. Vamos listas si nos creemos ese cuento. La colonización del cuerpo de la puta por parte de la señora (y de la feminista) es uno de los mecanismos más perversos a través del cual el orden heteropatriarcal domina el cuerpo de todas las mujeres. La putofobia es otra cara de la misoginia. He escuchado a mujeres extremadamente cultas e inteligentes argumentar las mayores estupideces sobre la prostitución".
Itziar Ziga: Devenir perra.
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