sábado, 16 de enero de 2016

En torno a la interseccionalidad.

"El lugar de la opresión puede comprenderse como un solapamiento de opresiones que se cruzan o se entrelazan y que se entretejen o se fusionan. Género y raza, por ejemplo, no se cruzan como categorías de opresión separadas y separables. Más bien, la opresión de género y la raza afectan a la gente sin ninguna posibilidad de separación. (...) Esto no sucede como si las categorías de género y de raza dicotomizadas no tuvieran un grado de realidad. De hecho, el orden social está organizado ideológicamente de forma categorial. Ésta es la razón, por ejemplo, de que las violencias causadas a mujeres no blancas no se pueden ver como una cuestión de derecho. Observar el solapamiento o la intersección de opresiones es en consecuencia un importante paso en la resistencia contra la lógica de la opresión, que no reconoce las violencias causadas en el lugar de la intersección.

(...) Decir que las opresiones se solapan es decir que ninguna opresión moldea o reduce a una persona que no esté tocada por o separada de otras opresiones que la moldean o la reducen. Las opresiones se solapan cuando los mecanismos sociales de opresión fragmentan al oprimido, tanto a los individuos como a las colectividades. La fragmentación social, en sus asentamientos individuales y colectivos, es el cumplimiento del solapamiento de opresiones. Este solapamiento es posible sólo si las opresiones se entienden como separables, discretas. El solapamiento o intersección de opresiones es un mecanismo de control, de reducción, de inmovilización, de desconexión. (...) El solapamiento es posible sólo si se disfraza la inseparabilidad de las opresiones. A dondequiera que miremos, encontramos el solapamiento de opresiones que nos incapacita para percibir y resistir a las opresiones como mezcladas y fundidas".

María Lugones: "Multiculturalismo radical y feminismos de mujeres de color".

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