“Compañero,
compañera son palabras hermosísimas, imprescindibles. ‘La revolución no
es un placer solitario’, decía Daniel Bensaid. Necesitamos como agua de
mayo estar rodeados de lealtades, de gente que sabemos que no nos
fallarán; especialmente, de gentes en las que la confianza no se basa en
la coincidencia en la misma organización o en las mismas ideas de la A a
la Z, en compartir todo el camino, sino la búsqueda y la meta”.
Miguel Romero, ‘Moro’, compañero y revolucionario (1945-2014).
"–Aun cuando ustedes ganaran, iban a heredar montones de ruinas – me aventuré a interrumpir su silencio.
Durruti pareció salir de una profunda reflexión, y me contestó suavemente, pero con firmeza:
–Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por
algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores
de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las
máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de
las minas, los que construimos ciudades... ¿Por qué no vamos, pues, a
construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las
ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que
ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última
fase de su historia. Pero –le repito– a nosotros no nos dan miedo las
ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Y luego
agregó: “Ese mundo está creciendo en este instante”.
Van Passen: "Dos millones de anarquistas luchan por la revolución".
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