"Las madres, hijas, hermanas, representantes de la nación, piden que se las constituya en asamblea nacional. Por considerar que la ignorancia, el olvido o el desprecio de los derechos de la mujer son las únicas causas de los males públicos y de la corrupción de los gobiernos, han resuelto exponer en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados de la mujer a fin de que esta declaración, constantemente presente para todos los miembros del cuerpo social, les recuerde sin cesar sus derechos y sus deberes, a fin de que los actos del poder de las mujeres y los del poder de los hombres puedan ser, en todo instante, comparados con el objetivo de toda institución política y sean más respetados por ella (...).
En consecuencia, el sexo superior tanto en belleza como en coraje, en los sufrimientos maternos, reconoce y declara, en presencia y bajo los auspicios del Ser supremo, los Derechos siguientes de la Mujer y de la Ciudadana".
Olympe de Gouges: Declaración de los derechos de la mujer y de la Ciudadana, 1791.
Bello sitio, necesario también. Los mejores deseos para este tu nuevo proyecto.
ResponderEliminarEl fragmento me sugiere el libro de Francesca Gargallo, "Tan derechas y tan humanas". Te lo recomiendo.
Puedes encontrarlo en la biblioteca de este sitio: http://www.ceapedi.com.ar/ (del Centro de Estudios y Actualización en Pensamiento Político, Decolonialidad e Interculturalidad). En su sección de biblioteca tienes unos 300 libros y artículos socializados que pueden ayudarte mucho en este recorrido que llevas, como historiadora (¿historiadora es una etiqueta que te gusta?). Espero puedas disfrutarlo.
Un gusto leerte, abrazo desde el sur andino.
Te comparto también unos poemas, en esta dinámica de compartir texto para que no se pierda.
ResponderEliminarÓvulos (Heddy Navarro Harris)
Yo
la dictadora la esclava
la demócrata
la monarca la socialista la exótica
de Salgari la mapuche heroica
La janequeo
la Inés de Suárez la Tania de Bolivia
La missmundo del año entrante
La secretaria
la maniquí de la Botique la Jenny de
Carlos Marx
La Evita de Buenos Aires
La Matahari
la Krupskaia
de Lenin
la Amanda de la fábrica
la Rosa de la cocina
la Juana lavandera
la Isidora de Duncan la ñusta tirana
la señora de los milagros
la difunta Correa
que dio de mamar a su hijo
después de muerta
la Quintrala de los ríos
la fiura de Chiloé
la Juana la Alfonsina la Gabriela
la progenitora de los Incas
la machi del Nguillatún
la Meica
Yo la parturienta
seguiré pariendo hombres
a pesar de la bomba de neutrones
y las verdades absolutas
El poema de la Puente (Kate Rushin)
Estoy harta
enferma de ver y tocar
ambos lados de las cosas
enferma de ser la condenada puente de todos.
Nadie
se puede hablar
sin mi
¿No es cierto?
Explico mi madre a mi padre
mi padre a mi hermanita
mi hermanita a mi hermano
mi hermano a las feministas blancas
las feministas blancas a la gente de la iglesia Negra
la gente de la iglesia Negra a los ex – jipis
los ex – jipis a los separatistas Negros
los separatistas Negros a los padres de mis amigos.
Después
tengo que explicarme a mí misma
a todos.
Hago más traducciones
que las malditas Naciones Unidas.
Olvídense
me enferman.
Estoy enferma de llenar sus huecos.
Enferma de ser su seguro contra
el aislamiento de sus autoimpuestas limitaciones
Enferma de ser la loca de sus cenas festivas
Enferma de ser la rara de sus meriendas de domingo
Enferma de ser la única amiga Negra de 34 individuos blancos.
Encuéntrense otra conexión con el resto del mundo
Encuéntrense otra cosa que los legitime
Encuéntrense otra manera de ser políticas y estar a la moda.
No seré su puente a su femineidad
su masculinidad
su humani- dad.
Estoy enferma de recordarles que no
se ensimismen tanto por mucho tiempo.
Estoy enferma de mediar sus peores cualidades
de parte de sus mejores.
Estoy enferma
de recordarles
que respiren
antes de que se asfixien
con sus propias tarugadas.
Olvídense
crezcan o ahóguense
evolucionen o muéranse.
La puente que tengo que ser
es la puente a mi propio poder
Tengo que traducir
mis propios temores
Mediar
mis propias debilidades.
Tengo que ser la puente a ningún lado
más que a mi verdadero ser.
Y después
seré útil.
No conocía los poemas, gracias por el regalo, son bellos. El libro lo buscaré con calma. Y sí, historiadora es una etiqueta que me gusta. Los conceptos siempre están en disputa, pero éste más que otros ;)
ResponderEliminarUn abrazo desde el otro lado del océano y gracias por tu tiempo.