martes, 24 de marzo de 2015

No hay masas que salvar.

"Ahora deberíamos estar pensando en formas de pagar los servicios comunes que garanticen la adecuada libertad de aquellos que en realidad ofrecen dicho servicio, que al mismo tiempo lo protejan y nos protejan de una minoría dominante, ya sea política o económica. Creo que hay maneras de hacerlo si de verdad creemos en la democracia.

Pero ésta es la pregunta final: ¿cuántos de nosotros creemos de verdad en ella? (...) La respuesta es bastante sencilla: los millones de personas que en Inglaterra todavía no la tienen allá donde trabajan y sienten. (...) Los medios técnicos son bastante difíciles, pero la mayor dificultad reside en aceptar en lo más profundo de nuestras mentes los valores en que se funda: que debería gobernar la gente corriente; que la cultura y la educación son algo ordinario; que no hay masas a las que salvar, captar o dirigir, sino más bien esta multitud en el curso de una expansión extraordinariamente rápida y confusa de sus vidas. La tarea de un escritor consiste en ocuparse de los significados individuales y hacerlos comunes. Percibo estos significados en la expansión, allá donde, a lo largo de la travesía, los cambios necesarios están escribiéndose en la tierra, donde el lenguaje cambia pero la voz sigue siendo la misma".

Raymond Williams: La cultura es algo ordinario, 1958.

No hay comentarios:

Publicar un comentario